Estudios recientes de las emociones

Estudios recientes de las emociones

Descarga el libro

El pro­pó­si­to de este tra­ba­jo ha sido el inte­rés por com­par­tir los temas abor­da­dos en los últi­mos años por los psi­có­lo­gos que han estu­dia­do el cam­po de las emo­cio­nes alre­de­dor del mun­do. Para lo ante­rior, se deci­dió revi­sar los estu­dios publi­ca­dos en los años 2007 a 2018.

Los cri­te­rios emplea­dos en la selec­ción de estos estu­dios son los siguien­tes:

  • La ori­gi­na­li­dad en los temas tra­ta­dos, algo que en el ámbi­to de la psi­co­lo­gía mexi­ca­na es poco con­si­de­ra­da.
  • La uti­li­za­ción de pro­ce­sos meto­do­ló­gi­cos nove­do­sos.
  • Se some­te a los suje­tos a situa­cio­nes emo­cio­na­les diver­sas: mie­do, sor­pre­sa, ale­gría; otras emo­cio­nes sur­gi­das por la inter­ac­ción social como ansie­dad pato­ló­gi­ca, triun­fo, diver­sión o deseo, entre otras.
  • Que los suje­tos sean some­ti­dos a situa­cio­nes expe­ri­men­ta­les en con­di­cio­nes reales.
  • El efec­to de la músi­ca sobre las emo­cio­nes.
  • La rela­ción esta­ble­ci­da entre lo social y lo bio­ló­gi­co y su efec­to en los suje­tos.
  • Que la apor­ta­ción de los estu­dios revi­sa­dos en el cam­po de las emo­cio­nes, per­mi­tan al psi­có­lo­go tener una visión más amplia de las posi­bles cau­sas de la apa­ri­ción de tras­tor­nos psi­co­ló­gi­cos.

Como psi­có­lo­gos y cono­ce­do­res de las emo­cio­nes, es impor­tan­te con­ti­nuar con su estu­dio, toman­do en cuen­ta que los seres huma­nos siem­pre sen­ti­mos, que­ra­mos o no, emo­cio­nes de diver­sos tipos, en dife­ren­tes situa­cio­nes y por diver­sos moti­vos. Espe­ra­mos que esta revi­sión sea útil e intere­san­te para los lec­to­res, quie­nes tam­bién apor­ta­rán la infor­ma­ción adqui­ri­da en su tra­ba­jo coti­diano como psi­có­lo­gos.

Transformación innovadora bajo un enfoque complejo

Transformación innovadora bajo un enfoque complejo

Descarga el libro

La for­ma o pro­ce­so sis­té­mi­co de cono­ci­mien­to se carac­te­ri­za por ser de inte­gra­ción. En vez de dar­le impor­tan­cia solo a la dife­ren­cia­ción de dis­tin­tas for­mas de cono­ci­mien­to dis­ci­pli­na­rio y no dis­ci­pli­na­rio, bus­ca com­pren­der mejor, el com­ple­jo pro­ce­so de inte­gra­ción u orga­ni­za­ción, a fin de dar res­pues­ta crea­ti­va a los com­ple­jos retos actua­les de una aldea glo­bal cada vez más inter­re­la­cio­na­da y diná­mi­ca. La cien­cia sis­té­mi­ca es una for­ma de cono­ci­mien­to sin­té­ti­co de segun­do nivel, que se usa en el pro­ce­so per­ma­nen­te de vin­cu­la­ción trans­ver­sal de las dis­tin­tas for­mas de cono­ci­mien­to de exper­tos teó­ri­cos y prác­ti­cos, de sus diver­sas visio­nes cul­tu­ra­les y valo­res o del cono­ci­mien­to trans­dis­ci­pli­na­rio; es una for­ma trans­his­tó­ri­ca y trans­cul­tu­ral de inte­gra­ción de las dife­ren­tes for­mas de cono­ci­mien­to; es una meta-cien­cia.

El cono­ci­mien­to eco­sis­té­mi­co es un pro­ce­so emer­gen­te de cono­ci­mien­to uni­ver­sal inte­gral o sis­té­mi­co dise­ña­do para armo­ni­zar la rela­ción de los sis­te­mas socio­am­bien­ta­les. Para su ade­cua­da uti­li­za­ción requie­re de la adqui­si­ción gra­dual de una cul­tu­ra evo­lu­ti­va sobre la eta­pa eco­sis­té­mi­ca de la for­ma sis­té­mi­ca o inte­gral de cono­ci­mien­to uni­ver­sal. Es una for­ma más amplia y cons­cien­te de cono­ci­mien­to que tie­ne un len­gua­je espe­cí­fi­co que es nece­sa­rio cono­cer y domi­nar para su correc­ta apli­ca­ción. Su pen­sa­mien­to con visión eco­cén­tri­ca está res­pal­da­do para la trans­for­ma­ción de todo tipo de sis­te­mas socio­am­bien­ta­les por un con­jun­to de herra­mien­tas meto­do­ló­gi­cas de trans­for­ma­ción para enfren­tar de for­ma opor­tu­na, ade­cua­da y crea­ti­va la gra­ve y com­ple­ja situa­ción actual de des­equi­li­brio entre socie­dad y natu­ra­le­za, median­te una visión más amplia y tras­cen­den­te cua­li­ta­ti­va de carác­ter eco­cén­tri­co, que tras­cien­de la limi­ta­da y peli­gro­sa visión antro­po­cén­tri­ca pre­do­mi­nan­te.

Como la casi tota­li­dad de cono­ci­mien­tos sobre cul­tu­ra sis­té­mi­ca está docu­men­ta­da en idio­ma inglés, y toman­do en cuen­ta que el segun­do idio­ma materno que más se habla en el mun­do, des­pués del chino es el espa­ñol, el libro se orien­ta hacia la expan­sión de la cul­tu­ra sis­té­mi­ca en este idio­ma. El pro­yec­to edi­to­rial está impul­sa­do por miem­bros de la Aso­cia­ción Lati­no­ame­ri­ca­na de Sis­té­mi­ca (ALAS) y del Pos­gra­do del Pro­gra­ma de Inge­nie­ría de Sis­te­mas (PIS) del Ins­ti­tu­to Poli­téc­ni­co Nacio­nal (IPN).

Dr. Ignacio Enrique Peón Escalante
Profesor e Investigador del Programa de Posgrado en Ingeniería de Sistemas, IPN, Secretario de ALAS

Investigación y Métodos en las Ciencias Sociales

Investigación y Métodos en las Ciencias Sociales

Descarga el libro

Prólogo

Des­de la fun­da­ción de la Psi­co­lo­gía, los psi­có­lo­gos han teni­do inte­rés cada vez mayor en el desa­rro­llo de ins­tru­men­tos que pudie­ran medir las cues­tio­nes rela­cio­na­das con su dis­ci­pli­na en las áreas de inves­ti­ga­ción y de apli­ca­ción. Por ejem­plo, en el área clí­ni­ca, muchas de las cues­tio­nes a las que los psi­có­lo­gos se dedi­can se rela­cio­nan con curar tras­tor­nos. Para saber si éstos han sido cura­dos, una bue­na mane­ra de deter­mi­nar­lo es medir cómo esta­ba el suje­to antes de que se inter­vi­nie­ra y cómo se encuen­tra des­pués de la inter­ven­ción. Este es un ejem­plo de por qué la medi­ción en esta área es impor­tan­te. Otro ejem­plo es poder deter­mi­nar de algu­na mane­ra más impar­cial y exac­ta la for­ma en que las per­so­nas van cono­cien­do aque­llo que des­co­no­cen, en qué gra­do van desa­rro­llán­do­se como deben de desa­rro­llar­se y hacien­do lo que les corres­pon­de hacer depen­dien­do de su edad, de su sexo, de la acti­vi­dad que estén rea­li­zan­do, etcé­te­ra.

Cuan­do noso­tros los psi­có­lo­gos aten­de­mos a las per­so­nas, en reali­dad esta­mos inves­ti­gan­do qué les pasa, por qué les pasa, cuán­do les pasa, con quién les pasa; si les hace bien, les hace daño, les agra­da les des­agra­da, y tam­bién tene­mos que deter­mi­nar que si las ins­truc­cio­nes que noso­tros les damos como psi­có­lo­gos cau­san una mejo­ra, o no, de lo que tenían, cuan­do eso que tenían era inade­cua­do, peli­gro­so para su bien­es­tar, o si lo que se les dijo que hicie­ran o deja­ran de hacer les ayu­da a estar mejor. Para eso en nues­tra cien­cia, en Psi­co­lo­gía, se tie­ne que medir de algu­na mane­ra si el indi­vi­duo ya cam­bió, si ya mejo­ró o empeo­ró y en qué sen­ti­do.

Por ello los psi­có­lo­gos vie­ron en algún momen­to la nece­si­dad de desa­rro­llar una meto­do­lo­gía ade­cua­da para ela­bo­rar ins­tru­men­tos que sir­vie­ran para poder obte­ner esta infor­ma­ción de mane­ra correc­ta, ade­cua­da, per­ti­nen­te y segu­ra; lo más cer­ca­na a la reali­dad posi­ble, lo más exac­ta. De esta mane­ra, se pue­de tomar deci­sio­nes para deter­mi­nar de qué mane­ra se debe­ría inter­ve­nir con cada uno de sus pacien­tes o sus suje­tos y eva­luar correc­ta­men­te los resul­ta­dos obte­ni­dos de la inter­ven­ción.

A lo lar­go de la his­to­ria, y has­ta hace 40 o 50 años, era muy difí­cil pen­sar que las cues­tio­nes psi­co­ló­gi­cas se podían medir ‑iden­ti­dad de gru­po, con­duc­ta, cog­ni­cio­nes. Nor­mal­men­te se pen­sa­ba que el psi­có­lo­go era una espe­cie de psi­quia­tra con el que uno iba a hablar. Sin embar­go, hubo un momen­to en que los psi­có­lo­gos deci­die­ron que debe­ría haber for­mas de esta­ble­cer si lo que le esta­ba suce­dien­do, lo que esta­ba pen­san­do, lo que creía, lo que sen­tía el suje­to era lo nor­mal o era muy débil, exce­si­vo o defi­cien­te y pudie­ra ser algo no sano; Para eso es que sur­gen los dife­ren­tes mode­los de medi­ción y lo que se ve en este libro son las dife­ren­tes mane­ras de desa­rro­llar prue­bas para eva­luar esas varia­bles que el psi­có­lo­go con­si­de­ra per­ti­nen­tes, para poder deci­dir cuál es la mejor for­ma de acer­car­se a los pacien­tes y tra­tar de ayu­dar­los a que mejo­ren su pro­ble­má­ti­ca en cada una de esas cues­tio­nes

Para ello se requie­ren ins­tru­men­tos, que en muchas oca­sio­nes han sido lla­ma­dos prue­bas o tests. Estas prue­bas o tests no son tan fáci­les de desa­rro­llar como se pudie­ra uno ima­gi­nar. Cada una de esas prue­bas o tests pue­den apli­car­se de for­mas muy varia­das, y pue­den tener dife­ren­tes tipos de pre­gun­tas, así como dife­ren­tes tipos de res­pues­tas. Por esto, para apli­car cada ins­tru­men­to, se nece­si­ta seguir cier­tas reglas que ase­gu­ren que la medi­ción que se hace es correc­ta, váli­da y exac­ta.

Este tipo de carac­te­rís­ti­cas no es fácil obte­ner­las por­que, en pri­mer lugar, se están midien­do cues­tio­nes que no son tan­gi­bles sino sólo sen­si­bles; son escu­cha­bles de la voz del suje­to o visi­bles, pero no tan­gi­bles. En segun­do lugar, por­que muchas de las cosas o aspec­tos que se miden son des­via­cio­nes, fallas, fal­tas o exa­ge­ra­cio­nes de la expre­sión emo­cio­nal, inte­lec­tual, con­duc­tual y no nece­sa­ria­men­te son acep­ta­bles o reco­no­ci­bles para los suje­tos. Sí se pue­de pre­gun­tar, pero el suje­to pue­de con­tes­tar lo que él cree que yo quie­ro oír, o pue­do hacer­le una prue­ba y ver cómo la con­tes­ta. Al con­tes­tar una prue­ba, el suje­to pue­de fin­gir las res­pues­tas si al hacer­lo sien­te pena o ver­güen­za lo cual dis­tor­sio­na sus res­pues­tas. Por eso tie­ne uno que cono­cer dife­ren­tes mode­los para ase­gu­rar que los suje­tos no fin­jan las res­pues­tas y que con­tes­te en reali­dad lo que le está pasan­do.

La medi­ción es un inten­to de hacer una obser­va­ción obje­ti­va: de que yo como psi­có­lo­ga aten­dien­do a alguien, no per­ci­ba una cosa por­que ama­ne­cí eno­ja­da, tris­te, ado­lo­ri­da o enfer­ma, pero que, si me sin­tie­ra bien, y que si estu­vie­ra yo de buen humor lle­ga­ra a otra con­clu­sión a par­tir de los mis­mos datos. En este tex­to tam­bién tra­ta­mos de hacer esa dife­ren­cia al dis­cu­tir los mode­los de medi­ción

La ela­bo­ra­ción de las esca­las de medi­ción ‑por ejem­plo, las de opinión‑, inclu­ye dife­ren­tes méto­dos. Uno de ellos es el dife­ren­cial semán­ti­co, que nos per­mi­te abor­dar la pobla­ción y las res­pues­tas que de ellas ema­nan en una for­ma más neu­tral para poder iden­ti­fi­car las res­pues­tas del res­pon­dien­te con mayor cla­ri­dad. De esta mane­ra, a par­tir del uso de un test váli­do y con­fia­ble se dis­po­ne de la infor­ma­ción nece­sa­ria para guiar la inter­ven­ción o para rea­li­zar un diag­nós­ti­co ade­cua­do para ayu­dar al pacien­te.

El tex­to que les pre­sen­to pre­ten­de hacer visi­bles varias posi­bles mane­ras de lograr­lo, dife­ren­tes mode­los de medi­ción basa­dos en dife­ren­tes teo­rías. El obje­ti­vo es que, siguien­do lo que está escri­to en este libro, se pue­da desa­rro­llar ins­tru­men­tos que van a poder medir varia­bles psi­co­ló­gi­cas con cui­da­do, de mane­ra que refle­jen lo que está suce­dien­do de una mane­ra correc­ta y ade­cua­da. Tam­bién se pre­ten­de deli­near reglas para lle­var a cabo el pro­ce­so inves­ti­ga­ti­vo des­de el ini­cio has­ta el final con un resul­ta­do per­ti­nen­te de acuer­do con las téc­ni­cas emplea­das para su estu­dio.

Este tra­ba­jo es el resul­ta­do de la inves­ti­ga­ción mis­ma y del cono­ci­mien­to de las áreas de inves­ti­ga­ción y de meto­do­lo­gía de las áreas de inves­ti­ga­ción y de la meto­do­lo­gía de las cien­cias socia­les, su con­te­ni­do ser­vi­rá como mate­rial didác­ti­co para lle­var a cabo cla­ses a nivel licen­cia­tu­ra inclu­so de pos­gra­do.

Tam­bién se pre­sen­ta una guía para ela­bo­rar el pro­duc­to final del pro­ce­so: la ela­bo­ra­ción del repor­te final de inves­ti­ga­ción, el cual pue­de con­te­ner los ele­men­tos para que el estu­dio­so de las cien­cias socia­les y de la psi­co­lo­gía lle­ve a cabo un repor­te para la fina­li­dad para la cual se le ha soli­ci­ta­do y el inte­rés que ha teni­do para lle­var­lo a cabo, como la ela­bo­ra­ción de una tesis, el tra­ba­jo final de inves­ti­ga­ción o la incor­po­ra­ción para un artícu­lo cien­tí­fi­co. De esta mane­ra, el estu­dio­so en rea­li­zar este tipo de aná­li­sis y eva­lua­cio­nes pue­de dis­po­ner de dife­ren­tes mode­los, dife­ren­tes estra­te­gias para obte­ner datos más espe­cí­fi­cos, váli­dos y con­fia­bles, y más ade­cua­dos a las pre­gun­tas que está hacien­do.

Quie­ro agra­de­cer espe­cial­men­te a la Dra. Raquel del Soco­rro Gui­llén por su tena­ci­dad para rea­li­zar esta obra y al Prof. Feliz Ramos Sala­man­ca por su des­ta­ca­da par­ti­ci­pa­ción.

Lucy María Reidl Martínez
Ciudad de México, enero 2020