Eficacia de la telepsicoterapia y realidad virtual en adolescentes — Dra. Karen Pérez Maraví

La doc­to­ra Karen Pérez Mara­ví pre­sen­ta sobre la efi­ca­cia de la tele­psi­co­te­ra­pia y la reali­dad vir­tual en ado­les­cen­tes. Expli­ca que estas tec­no­lo­gías pue­den ser tan efec­ti­vas como la tera­pia pre­sen­cial para tra­tar diver­sos tras­tor­nos, ofre­cien­do bene­fi­cios como mayor acce­si­bi­li­dad, fle­xi­bi­li­dad y reduc­ción del estig­ma. Sin embar­go, seña­la desa­fíos como la posi­ble des­co­ne­xión, el acce­so limi­ta­do a la tec­no­lo­gía y aspec­tos de pri­va­ci­dad. Enfa­ti­za la impor­tan­cia de una for­ma­ción ade­cua­da para los tera­peu­tas en estas moda­li­da­des y la nece­si­dad de adap­tar las inter­ven­cio­nes a las nece­si­da­des espe­cí­fi­cas de cada ado­les­cen­te.

¿Cómo controlar la ansiedad en los adolescentes — Dra. Luz de Lourdes Eguiluz

La Dra. Luz de Lour­des Egui­luz pre­sen­ta estra­te­gias para mane­jar la ansie­dad en ado­les­cen­tes. Expli­ca que la ansie­dad es un sen­ti­mien­to nor­mal, pero pue­de vol­ver­se pro­ble­má­ti­co cuan­do afec­ta la vida coti­dia­na. Reco­mien­da téc­ni­cas como desa­rro­llar con­cien­cia cor­po­ral, cen­trar­se en el pre­sen­te, usar la res­pi­ra­ción pro­fun­da, hacer ejer­ci­cios de visua­li­za­ción y cues­tio­nar los pen­sa­mien­tos nega­ti­vos. Tam­bién sugie­re for­mas natu­ra­les de redu­cir la ansie­dad como hacer ejer­ci­cio regu­lar­men­te, dor­mir bien, man­te­ner rela­cio­nes salu­da­bles y tener una ali­men­ta­ción equi­li­bra­da. Enfa­ti­za la impor­tan­cia de ense­ñar estas habi­li­da­des a los niños des­de peque­ños y ve la ansie­dad como algo que invo­lu­cra tan­to la men­te como el cuer­po.

Adolescentes en construcción: disculpe las molestias que esta obra le ocasiona — Dr. Armando Quiroz Adame

Arman­do pre­sen­ta una visión inte­gral sobre los desa­fíos que enfren­tan los ado­les­cen­tes y cómo los padres y tera­peu­tas pue­den ayu­dar­los. Des­ta­ca la impor­tan­cia de crear un víncu­lo psi­co­afec­ti­vo fuer­te, basa­do en la comu­ni­ca­ción abier­ta sobre sen­ti­mien­tos y pen­sa­mien­tos. Sugie­re acom­pa­ñar al ado­les­cen­te sin juz­gar, refor­zar sus for­ta­le­zas y talen­tos, y fomen­tar una res­pon­sa­bi­li­dad pro­gre­si­va, inclu­yen­do el mane­jo del dine­ro. Reco­mien­da acti­vi­da­des fami­lia­res con con­te­ni­do espi­ri­tual y espa­cios indi­vi­dua­les de nego­cia­ción. Enfa­ti­za que lo más impor­tan­te es escu­char al ado­les­cen­te y ayu­dar­lo a desa­rro­llar una iden­ti­dad sóli­da para enfren­tar los retos de esta eta­pa.