Diálogo receptivo entre padres e hijos

Resumen rápido

El Dr. Mar­co Eduar­do Murue­ta Reyes pre­sen­tó una char­la sobre el diá­lo­go recep­ti­vo entre padres e hijos, enfa­ti­zan­do la impor­tan­cia de la escu­cha acti­va, la com­pren­sión mutua y la coope­ra­ción en lugar de la obe­dien­cia for­za­da. Expli­có cómo el con­tex­to y las expe­rien­cias com­par­ti­das influ­yen en la comu­ni­ca­ción fami­liar, des­ta­can­do la nece­si­dad de dedi­car tiem­po a la con­vi­ven­cia, el jue­go y las con­ver­sa­cio­nes indi­vi­dua­les para mejo­rar las rela­cio­nes. Final­men­te, ofre­ció estra­te­gias prác­ti­cas para fomen­tar el diá­lo­go pro­duc­ti­vo con niños y ado­les­cen­tes, inclu­yen­do téc­ni­cas de escu­cha sin pre­jui­cios, aná­li­sis con­jun­to de situa­cio­nes y la impor­tan­cia de man­te­ner un equi­li­brio entre tiem­po per­so­nal, en pare­ja y en gru­po.

Siguientes pasos

  • Padres: Prac­ti­car la escu­cha acti­va y recep­ti­va con sus hijos.
  • Padres: Dedi­car tiem­po para char­las indi­vi­dua­les con cada hijo (10–15 minu­tos para niños meno­res de 6 años, 20 minu­tos para niños de 7–12 años, 30 minu­tos para ado­les­cen­tes, 2–3 veces por sema­na).
  • Padres: Bus­car acti­vi­da­des y jue­gos atrac­ti­vos para fomen­tar la con­vi­ven­cia y el diá­lo­go con los hijos.• Padres: Fami­lia­ri­zar­se con los intere­ses de los hijos (músi­ca, video­jue­gos, pelí­cu­las) para mejo­rar la comu­ni­ca­ción.
  • Padres: Evi­tar el cas­ti­go y prac­ti­car la moti­va­ción intrín­se­ca en la edu­ca­ción de los hijos.
  • Padres: Apren­der a hacer pro­pues­tas posi­ti­vas en lugar de recla­ma­cio­nes nega­ti­vas al comu­ni­car­se con los hijos.
  • Padres: Bus­car el apo­yo de un psi­có­lo­go pro­fe­sio­nal si se difi­cul­ta la comu­ni­ca­ción con los hijos.
  • Padres: Alter­nar entre con­vi­ven­cias diá­di­cas, gru­pa­les y momen­tos de sole­dad para los hijos.
  • Padres: Leer el folle­to “Cómo edu­car a los niños” pro­du­ci­do por AMAPSI.

Resumen

Diálogo receptivo entre padres e hijos

Rosa­rio da la bien­ve­ni­da a una nue­va sesión de la escue­la para padres de Amap­si, anun­cian­do un pró­xi­mo espa­cio para ado­les­cen­tes coor­di­na­do por el psi­có­lo­go Fer­nan­do Mon­to­ya. Pre­sen­ta al invi­ta­do, el Dr. Mar­co Eduar­do Murue­ta Reyes, quien habla­rá sobre “El diá­lo­go recep­ti­vo entre padres e hijos”. Rosa­rio deta­lla la des­ta­ca­da tra­yec­to­ria aca­dé­mi­ca y pro­fe­sio­nal del Dr. Murue­ta, men­cio­nan­do sus estu­dios, expe­rien­cia docen­te, publi­ca­cio­nes y reco­no­ci­mien­tos en el cam­po de la psi­co­lo­gía y edu­ca­ción.

Diálogo receptivo entre padres e hijos

Mar­co pre­sen­ta la idea del diá­lo­go recep­ti­vo entre padres e hijos como par­te de los pro­yec­tos Amap­si y Socie­dad del Afec­to. Expli­ca que el diá­lo­go impli­ca com­pren­sión y refle­xión, enfa­ti­zan­do la impor­tan­cia de la recep­ti­vi­dad en lugar de la sim­ple obe­dien­cia. Mar­co con­tras­ta los con­cep­tos de obe­dien­cia y coope­ra­ción, argu­men­tan­do que la cola­bo­ra­ción volun­ta­ria y la moti­va­ción intrín­se­ca son pre­fe­ri­bles a la obe­dien­cia for­za­da, que pue­de gene­rar con­flic­tos inter­nos y ten­sio­nes en la rela­ción entre padres e hijos.

Contexto en la comunicación

Mar­co expli­ca la impor­tan­cia del con­tex­to en la comu­ni­ca­ción, espe­cial­men­te entre padres e hijos. Uti­li­za un ejem­plo visual para demos­trar cómo el cam­bio de con­tex­to pue­de alte­rar com­ple­ta­men­te la per­cep­ción de un obje­to. Enfa­ti­za que el emi­sor y el recep­tor siem­pre tie­nen con­tex­tos e his­to­rias dife­ren­tes, lo que sig­ni­fi­ca que el men­sa­je emi­ti­do nun­ca es exac­ta­men­te igual al reci­bi­do. Esta idea se pre­sen­ta como fun­da­men­tal para enten­der el diá­lo­go y la comu­ni­ca­ción efec­ti­va.

Comunicación efectiva a través del contexto

Mar­co expli­ca la impor­tan­cia de com­par­tir con­tex­tos para una comu­ni­ca­ción efec­ti­va. Des­ta­ca que la con­vi­ven­cia, el jue­go y las char­las diá­di­cas son fun­da­men­ta­les para acer­car los con­tex­tos entre per­so­nas, espe­cial­men­te en las rela­cio­nes fami­lia­res y de pare­ja. Advier­te que la fal­ta de estos ele­men­tos pue­de lle­var a malen­ten­di­dos y con­flic­tos, y cri­ti­ca la cul­tu­ra cen­tra­da en la pro­duc­ti­vi­dad que des­cui­da estos aspec­tos, rela­cio­nán­do­la con pro­ble­mas socia­les como el con­su­mo de dro­gas. Mar­co enfa­ti­za la nece­si­dad de dedi­car tiem­po a la comu­ni­ca­ción indi­vi­dual con cada hijo y entre pare­jas para mejo­rar el enten­di­mien­to y las rela­cio­nes.

Aprender a escuchar: la segunda prioridad educativa

Mar­co expli­ca la impor­tan­cia de apren­der a escu­char como la segun­da prio­ri­dad edu­ca­ti­va de la socie­dad, des­pués de apren­der a escri­bir. Des­ta­ca que escu­char impli­ca tener una pre­dis­po­si­ción posi­ti­va, cap­tar las ideas del otro, y pre­gun­tar para acla­rar dudas. Mar­co enfa­ti­za que el diá­lo­go es un pro­ce­so con­ti­nuo de inter­cam­bio y cons­truc­ción de sig­ni­fi­ca­dos com­par­ti­dos, don­de es cru­cial prio­ri­zar escu­char sobre hablar, ser fle­xi­ble en la pro­pia pers­pec­ti­va, y bus­car cons­truir con­sen­sos. Final­men­te, seña­la la impor­tan­cia de dar segui­mien­to a los acuer­dos alcan­za­dos en el diá­lo­go para ase­gu­rar su cum­pli­mien­to.

El arte de hacer preguntas

Mar­co expli­ca el con­cep­to de mayéu­ti­ca, desa­rro­lla­do por Sócra­tes en la anti­gua Gre­cia, que con­sis­te en el arte de hacer pre­gun­tas para ayu­dar a otros a des­cu­brir cono­ci­mien­tos que ya poseen. Lue­go, rela­cio­na esta idea con el méto­do clí­ni­co de Pia­get, quien estu­dió cómo los niños pien­san de mane­ra dife­ren­te a los adul­tos. Mar­co ilus­tra esto con un ejem­plo sobre­có­mo los niños de dife­ren­tes eda­des entien­den la rela­ción entre cla­ses lógi­cas, como fru­tas y man­za­nas, demos­tran­do cómo su razo­na­mien­to evo­lu­cio­na con el tiem­po.

Diálogo productivo con niños

Mar­co expli­ca cómo fomen­tar el diá­lo­go pro­duc­ti­vo con niños y ado­les­cen­tes. Reco­mien­da escu­char sin pre­jui­cios, ana­li­zar con­jun­ta­men­te lo posi­ti­vo y nega­ti­vo de las situa­cio­nes, bus­car alter­na­ti­vas de mejo­ra pro­pues­tas por ellos mis­mos, y dar segui­mien­to a los acuer­dos. Sugie­re tener char­las regu­la­res de 10–30 minu­tos según la edad, empe­zar con temas agra­da­bles antes de abor­dar pro­ble­mas, hacer pro­pues­tas en posi­ti­vo, y dar espa­cio para que se expre­sen sin ser intru­si­vos. Para casos difí­ci­les, pro­po­ne bus­car media­do­res o apo­yo pro­fe­sio­nal.

Jugar para fortalecer la relación

Mar­co dis­cu­te la impor­tan­cia del jue­go y la con­fian­za en la rela­ción entre padres e hijos. Expli­ca que el jue­go fomen­ta la cone­xión, crea con­tex­tos com­par­ti­dos y mejo­ra la comu­ni­ca­ción. Reco­mien­da una varie­dad de jue­gos, des­de depor­tes y jue­gos tra­di­cio­na­les has­ta video­jue­gos, enfa­ti­zan­do la impor­tan­cia de que los padres par­ti­ci­pen. Mar­co tam­bién abor­da el tema de ser ami­go de los hijos, sugi­rien­do una rela­ción de cola­bo­ra­ción y apo­yo mutuo en lugar de una estric­ta­men­te auto­ri­ta­ria o per­mi­si­va.

Equilibrar la soledad y la convivencia

Mar­co enfa­ti­za la impor­tan­cia de balan­cear el tiem­po entre la sole­dad, las inter­ac­cio­nes en pare­ja y las gru­pa­les, ideal­men­te dis­tri­bu­yén­do­las en par­tes igua­les. Reco­mien­da jue­gos de mesa, visi­tas a par­ques y ver videos edu­ca­ti­vos para fomen­tar el diá­lo­go y la auto­es­ti­ma en los niños. Para incen­ti­var la con­vi­ven­cia con jóve­nes que se aís­lan, sugie­re conec­tar a tra­vés de sus intere­ses, como músi­ca o tec­no­lo­gía, y abor­dar temas rele­van­tes para ellos. Mar­co con­clu­ye des­ta­can­do la impor­tan­cia de escu­char sin pre­jui­cios y bus­car espa­cios atrac­ti­vos para dia­lo­gar con los jóve­nes.

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