Jocelyn pre­sen­ta una visión inte­gral sobre los retos y desa­fíos que enfren­tan los ado­les­cen­tes actual­men­te, así como reco­men­da­cio­nes para la psi­co­te­ra­pia con esta pobla­ción. Des­ta­ca la impor­tan­cia de enten­der que los ado­les­cen­tes están en una eta­pa de tran­si­ción entre la niñez y la adul­tez, lo que gene­ra un pro­ce­so de due­lo. Enfa­ti­za la nece­si­dad de que los padres y tera­peu­tas se adap­ten a las carac­te­rís­ti­cas de las nue­vas gene­ra­cio­nes (Z y Alfa), que están muy influen­cia­das por la tec­no­lo­gía y las redes socia­les. Reco­mien­da tra­ba­jar en el pro­yec­to de vida, la regu­la­ción emo­cio­nal y las habi­li­da­des socia­les de los ado­les­cen­tes, así como en la psi­co­edu­ca­ción de los padres para que pue­dan enten­der y apo­yar mejor a sus hijos en esta eta­pa. Jocelyn sub­ra­ya que el tera­peu­ta debe ser un “tra­duc­tor” entre padres e hijos, y estar dis­pues­to a aden­trar­se en el mun­do del ado­les­cen­te para com­pren­der­lo mejor.