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Esta reunión presentó el proyecto “Tu Rollo en Confianza” de Amapsi, un espacio seguro para jóvenes de 13 a 18 años donde pueden expresarse y compartir inquietudes. El psicólogo Fernando Montoya, coordinador del proyecto, compartió sus experiencias y hallazgos tras 31 sesiones con adolescentes.
Conceptos clave
Los adolescentes atraviesan una etapa de transformación profunda donde construyen su identidad, autonomía y visión de vida
Aunque buscan independencia, paradójicamente necesitan más guía y apoyo emocional
La comunicación abierta y la validación de emociones son fundamentales para mantener vínculos saludables
El equilibrio entre libertad y límites es esencial para su desarrollo
Preguntas importantes planteadas
¿Cómo pueden los padres equilibrar la libertad y los límites con sus hijos adolescentes?
¿Cómo afectan las redes sociales y los estereotipos a la autoestima de los jóvenes?
¿Qué estrategias pueden implementar los padres para mejorar la comunicación con sus hijos adolescentes?
Puntos clave y resumen de objetivos de aprendizaje
Los adolescentes necesitan ser escuchados activamente, aunque sea por poco tiempo, para sentirse validados
La presión social y los estereotipos en redes sociales afectan significativamente su autoestima y toma de decisiones
El autoconocimiento es fundamental para que desarrollen resistencia ante la presión social
Los jóvenes actuales enfrentan mayores riesgos con menor margen de error que generaciones anteriores
Los adolescentes muestran gran interés y conciencia sobre temas como el cambio climático, tradiciones culturales y paz social
Tema 1: Comunicación y validación emocional
La comunicación abierta y la validación emocional son fundamentales para mantener una relación saludable con los adolescentes. Fernando destacó que los jóvenes valoran enormemente que se les escuche de manera genuina, aunque sea por poco tiempo. No basta con preguntar superficialmente sobre sus gustos, sino indagar sobre el origen de esos intereses y las experiencias que los han formado. Los adolescentes pueden detectar fácilmente cuando un adulto no está realmente presente en la conversación, lo que deteriora la confianza. La validación de sus emociones, en lugar de descartarlas, permite entender su contexto y prevenir conductas de riesgo. Aunque los adultos están acostumbrados a seguir funcionando independientemente de sus emociones, los adolescentes necesitan procesar sus sentimientos como parte de su desarrollo.
Tema 2: Equilibrio entre libertad y límites
Encontrar el equilibrio adecuado entre otorgar libertad y establecer límites es crucial para el desarrollo saludable de los adolescentes. Fernando explicó que aunque los jóvenes buscan independencia, necesitan aprender a establecer sus propios límites dentro de esa libertad para proteger su integridad física, emocional y mental. Los padres suelen experimentar temor al otorgar permisos, prefiriendo mantener a sus hijos bajo constante supervisión, pero esto puede generar frustración y eventualmente conducir al libertinaje. El objetivo debe ser establecer límites firmes pero amorosos que les enseñen a cuidarse y tomar decisiones responsables. Este equilibrio es particularmente importante en la actualidad, donde los errores pueden tener consecuencias más graves y permanentes que en generaciones anteriores, especialmente en el ámbito digital.
Tema 3: Redes sociales y estereotipos
Las redes sociales presentan estereotipos inalcanzables que afectan profundamente a los adolescentes. Fernando descubrió que muchos jóvenes creen que todo lo que ven en redes sociales es real, sin comprender que existe una producción y edición detrás de cada publicación. Esto genera una constante comparación negativa cuando no tienen el último dispositivo tecnológico, ciertas características físicas o determinado nivel socioeconómico. A diferencia de los adultos, que han desarrollado un pensamiento crítico sobre los medios, los adolescentes son nativos digitales expuestos a estos contenidos desde temprana edad. El Internet se presenta como un ambiente con escasos valores donde se lucra con la vulnerabilidad emocional de los jóvenes. Fernando enfatizó la importancia de ayudar a los adolescentes a desarrollar una visión crítica sobre lo que consumen en línea y entender que las personas que siguen también tienen problemas normales, aunque solo muestren su mejor versión.
Tema 4: Temas de interés para los adolescentes
Fernando compartió los temas que generaron mayor participación entre los adolescentes. El cambio climático resultó ser uno de los más populares, con récord de asistencia y participación. Los jóvenes demostraron amplio conocimiento sobre el daño ambiental y propusieron soluciones desde sus propias perspectivas. La migración fue otro tema relevante, donde mostraron gran empatía al compartir experiencias de conocidos o familiares. Las tradiciones culturales, particularmente el Día de Muertos, revelaron que los jóvenes valoran profundamente estas prácticas cuando entienden su significado emocional y pueden participar activamente en ellas. La paz y la cultura de paz también generaron preocupación genuina, no solo respecto a la inseguridad nacional sino también en entornos controlados como escuelas y familias. El bullying fue abordado desde la responsabilidad personal, donde los adolescentes mostraron una conciencia sorprendente sobre las consecuencias de sus actos.
Esta conferencia se centró en la comunicación afectiva entre padres e hijos, destacando la importancia de construir vínculos emocionales sólidos. La maestra Patricia Sánchez, psicóloga con maestría en psicoterapia psicoanalítica, compartió estrategias para mejorar la comunicación familiar desde el afecto y el respeto, enfatizando que no se trata solo de transmitir palabras sino de cuidar el vínculo y validar las emociones.
Conceptos clave
Comunicación afectiva: Conectar emocionalmente con los hijos, validando sus sentimientos mientras se mantienen límites claros
Escucha empática: Prestar atención completa sin interrumpir, juzgar o dar consejos inmediatos
Validación emocional: Reconocer los sentimientos de los hijos sin necesariamente estar de acuerdo con sus acciones
Preguntas importantes planteadas
¿Cómo podemos comunicarnos efectivamente con nuestros hijos cuando estamos cansados o estresados?
¿Cómo reparar el vínculo cuando ya ha habido daño en la comunicación?
¿Por qué a veces, aunque amamos a nuestros hijos, no sabemos comunicar ese amor?
Puntos clave y resumen de objetivos de aprendizaje
La comunicación afectiva implica escuchar con empatía, validar emociones y hablar desde el amor, no desde el enojo
Los niños necesitan sentirse vistos, escuchados y comprendidos para desarrollar una autoestima saludable
La forma en que nos comunicamos con nuestros hijos construye su voz interna y afecta su desarrollo emocional
Es posible reparar el vínculo cuando ha habido daño, a través del reconocimiento, el perdón sincero y acciones consistentes
Los niños no necesitan padres perfectos, sino padres presentes y disponibles emocionalmente
Tema 1: Fundamentos de la comunicación afectiva
La comunicación afectiva va más allá de las palabras; implica cómo decimos las cosas y desde dónde las decimos internamente. Se basa en tres elementos principales: escuchar con empatía (sin interrumpir o juzgar), validar emociones (reconocer lo que sienten aunque no estemos de acuerdo) y hablar desde el amor (no desde el enojo). Esta forma de comunicación requiere tiempo y presencia real, no solo física. Es importante entender que la comunicación afectiva no elimina la autoridad ni los límites, sino que los hace más humanos y respetuosos. Cuando un niño se siente escuchado y respetado, tiende a cooperar más, mientras que cuando se siente atacado o ignorado, se cierra o se desconecta.
Tema 2: Barreras en la comunicación y sus impactos
Muchas veces, aunque amamos a nuestros hijos, no sabemos comunicar ese amor efectivamente. Esto puede deberse a patrones aprendidos en nuestra propia infancia, donde quizás no se hablaba con afecto o no se validaban las emociones. También influyen factores como el cansancio, el estrés y las presiones diarias que agotan nuestro “tanque emocional”. La forma en que nos comunicamos con nuestros hijos tiene un impacto profundo en su desarrollo: construye o debilita su autoestima, afecta cómo aprenden a manejar sus emociones, y determina si desarrollan confianza para acudir a sus padres cuando tienen problemas. La comunicación afectiva no es permisividad, sino establecer límites con respeto.
Tema 3: Estrategias prácticas de comunicación
Para escuchar afectivamente, es necesario mirar a los ojos, mostrar presencia con el cuerpo, permitir que el niño termine de hablar sin interrupciones y comprender lo que siente aunque no estemos de acuerdo. Para hablar de manera que los hijos escuchen, es importante conectar antes de corregir (hacer contacto visual), usar mensajes claros y concretos, cuidar el tono de voz (firme pero sin agresión), acompañar las palabras con lenguaje corporal adecuado, ofrecer opciones en lugar de órdenes rígidas, y evitar sermones largos o comparaciones. La validación emocional implica reconocer que lo que sienten es real y válido, sin necesariamente estar de acuerdo con sus acciones.
Tema 4: Reparación del vínculo
Cuando ya ha habido daño en la comunicación (gritos, distancia, palabras hirientes), es posible reparar el vínculo. Esto requiere: reconocer el daño sin justificarlo, pedir perdón sinceramente (no desde la culpa o el orgullo), escuchar lo que el otro sintió sin interrumpir o corregir, reparar con acciones consistentes (no solo con palabras), y tener paciencia, ya que reconstruir la confianza lleva tiempo. La reparación es un acto de amor que demuestra que amar no es no equivocarse nunca, sino reconocer cuando herimos y comprometernos a hacerlo mejor.
Esta conferencia abordó el tema de la identidad y los grupos de pertenencia en la adolescencia, enfocándose en cómo los adolescentes desarrollan su sentido de identidad y buscan pertenecer a diferentes grupos sociales. La maestra Jocelyn Reyes Fonseca, licenciada en Psicología con especialidad en psicología clínica y educativa, compartió su experiencia trabajando con adolescentes y ofreció estrategias para que los padres puedan apoyar a sus hijos durante esta etapa de desarrollo.
La identidad como el sentido de quién soy: valores, gustos, creencias, metas, género, orientación sexual y papel en la sociedad
Los grupos de pertenencia como espacios donde los adolescentes experimentan diferentes roles y formas de ser
La importancia de establecer pautas de crianza desde la infancia para facilitar el desarrollo en la adolescencia
El papel fundamental de la comunicación, confianza y respeto en la relación entre padres e hijos adolescentes
Preguntas importantes planteadas
¿Cómo equilibrar la autoridad parental con la necesidad de privacidad del adolescente?
¿Cómo establecer límites claros sin generar conflictos o rebeldía?
¿Cómo manejar situaciones donde los adolescentes mienten o manipulan?
¿Qué hacer cuando los adolescentes se involucran en conductas de riesgo por presión social?
Puntos clave y resumen de objetivos de aprendizaje
La adolescencia es una etapa donde se define la identidad individual, dejando atrás la niñez
Los grupos de pares adquieren un papel central en la vida del adolescente, ofreciendo apoyo emocional y reconocimiento
Es fundamental desarrollar habilidades sociales y un proyecto de vida durante esta etapa
Los padres deben evolucionar junto con sus hijos, adaptando su estilo de crianza según la etapa de desarrollo
La confianza y el respeto se construyen desde la infancia y son esenciales para una comunicación efectiva en la adolescencia
Tema 1: Desarrollo de la identidad en la adolescencia
La identidad durante la adolescencia se define como el sentido de quién soy, incluyendo valores, gustos, creencias, metas, género y orientación sexual. Durante esta etapa, los adolescentes dejan atrás la niñez y comienzan a definir su individualidad a través de un proceso de ensayo y error. Se hacen preguntas fundamentales como “¿quién soy?”, “¿qué quiero ser?” y “¿en qué creo?”.
El psicólogo Eric Erikson plantea que durante esta etapa es crucial buscar una coherencia entre lo que se siente, lo que se piensa y lo que se hace. Los adolescentes exploran diferentes formas de ser y de pensar antes de consolidar su identidad adulta. Factores como la familia, la escuela, la cultura y los medios de comunicación influyen fuertemente en este proceso. Es importante entender que muchos adolescentes no tienen un sentido de pertenencia claro, les cuesta identificar sus fortalezas y comunicar sus emociones y gustos.
Tema 2: Grupos de pertenencia y su influencia
Los grupos de pertenencia son fundamentales en la vida del adolescente, ya que proporcionan seguridad y un sentido de inclusión. Los amigos y pares adquieren un papel central, ofreciendo apoyo emocional, reconocimiento y un espacio para experimentar diferentes roles. Estos grupos influyen en la forma de vestir, hablar, pensar e incluso en las decisiones personales del adolescente.
La relación con estos grupos es mutua: el adolescente busca pertenecer y, a su vez, el grupo le proporciona identidad. A través de estas interacciones, el adolescente aprende a verse a sí mismo y valora cómo se identifica con los demás. Sin embargo, esta necesidad de pertenencia también puede generar presión para adaptarse a conductas que podrían ser negativas o de riesgo, como el consumo de alcohol, drogas o vapeo.
Es importante que los padres conozcan a los amigos de sus hijos y puedan identificar posibles situaciones de riesgo, sin ser invasivos. El adolescente elige sus grupos según su sentido emergente de identidad, buscando dónde “embonar” como una pieza de rompecabezas.
Tema 3: Estrategias para padres
Los padres deben evolucionar junto con sus hijos, adaptando su estilo de crianza según la etapa de desarrollo. Es fundamental ser empáticos, tolerantes y buenos modelos a seguir. Se recomienda pasar tiempo de calidad con los adolescentes, interesarse por sus gustos y actividades, y establecer límites saludables y claros.
Es importante no regañar a los adolescentes en público, ya que esto daña su autoestima. En público se reconoce, y en privado se corrigen las conductas. Las consecuencias deben estar relacionadas con la falta cometida y ser proporcionales. Por ejemplo, si hay problemas académicos, la consecuencia debería estar relacionada con la escuela, no con quitar el celular sin relación directa.
Los padres deben evitar “engancharse” emocionalmente con las reacciones del adolescente. Como adultos, deben regular sus propias emociones para poder ayudar a sus hijos a regular las suyas. Es fundamental trabajar la confianza y el respeto desde la infancia, no esperar a la adolescencia para establecer estos valores.