Dic 15, 2006
Dra. Anameli Monroy L. (Asociación Mexicana para el Estudio del Climaterio.)
INTRODUCCION:
La mujer, en la mayoría de los casos, pasa por los siguientes estadios psicológicos y mecanismos de defensa utilizados, de acuerdo a la fase del diagnóstico y del tratamiento que está viviendo. Sin embargo, éstos no son necesariamente secuenciales (negación, esperanza, choque emocional, asimilación, aceptación, confrontación, recuperación y sublimación), algunos pero no todos perduran a través del tratamiento, otros pueden agravarse, la mujer puede avanzar o retroceder de un estadio al otro: (5, 7, 10, 19, 20).
1. Previo al diagnóstico médico:
1.1 Si ella es quien se descubre un nódulo mamario, primero pasa por un mecanismo de defensa psicológico que se llama negación del hecho y sentimiento ante un posible cáncer mamario. Después, se presenta un sentimiento de esperanza de que seguramente no es nada serio, lo cual, en muchas ocasiones impide que acuda al médico inmediatamente. Las informaciones previas o por campañas educativas de que tiene que hacerlo ayudan al acelerar el hecho de que ella acuda. El stress, y la ansiedad acompañan estos momentos de imprecisión y de espera. Pocas veces sabe que entre menos tiempo transcurra al ser diagnosticada y tratada, el pronóstico será mejor y que ese tiempo puede ser la diferencia entre perder su(s ) seno(s) o entre la vida y la muerte.
1.2 Si la paciente acudió al médico, éste le hizo una biopsia y ella pasó la noche en vela esperando el diagnóstico, su estado emocional es aún más vulnerable para recibir la noticia de que tiene cáncer. Ella siente un gran enojo, una gran impotencia y se pregunta ¿por qué yo? Siente ira o enojo y puede sentir deseos de llorar, gritar, aventar objetos ante tantos sentimientos involuntarios. Sin embargo, después de desahogarse, pronto encuentra que esa no es la respuesta y que su vida ha cambiado de la noche a la mañana. Le afecta el temor a la desfiguración, al abandono y a la soledad. Se pregunta qué le va a pasar e inicia el largo recorrido con temor hacia lo desconocido.
2. Ante el diagnóstico de cáncer, primero se presenta en ella (y en sus seres cercanos) un estado de choque emocional, especialmente cuando nunca había tenido una situación de amenaza de vida. Le es difícil creer que ella pueda tener una enfermedad tan seria como cáncer mamario, pues, por lo general, su cuerpo no le ha dado ningún aviso previo.
También es altamente probable que haya escuchado de otros casos similares, lo cual no necesariamente la consuela sino que la asusta. La respuesta al diagnóstico es diferente según sus circunstancias particulares (oportunidad del diagnóstico, con o sin pareja, con situación económica desahogada o no, con o sin familiares, con red de amistades, con o sin salud en otros aspectos, modo como ha confrontado su propio climaterio).
El temor a la pérdida de uno o dos senos la aterra (temor a la desfiguración), más aún que la posibilidad de muerte. Los senos están íntimamente vinculados con su imagen femenina. Teme perderla y con ello a su pareja actual o a otras probables en el futuro (temor al abandono y a la soledad).
Junto con el estado de choque emocional aparece un sentimiento de enojo hacia el cuerpo, el cual la ha traicionado de una manera tan inesperada. A pesar de tener miedo a perder su seno, cae en la ambivalencia de que mejor se lo quiten para que deje de angustiarla y la deje continuar con su vida e inclusive de que prefiere morirse antes de confrontar tanto costo físico, emocional y económico. Un sentimiento de impotencia ante las amenazas de dolor y de muerte le hacen sentir la carencia de los recursos emocionales, físicos, materiales, familiares necesarios para confrontar lo que viene. Estos sentimientos no siempre son expresados por ella.
También se presentan sentimientos de culpa de que ella no haya comido lo más sano, ingerido algún medicamento como hormonas, no ejercitado lo suficiente, o bien porque lo considera un castigo por algo que ella siente que hizo mal (frecuentemente asociado con conductas sexuales).
3. Ante el inicio del tratamiento surgen temores, miedos y angustias a lo que le va a pasar a la paciente durante y después del tratamiento (s). El mecanismo de defensa psicológica si se tuvo que realizar una mastectomía parcial o radical es nuevamente la negación. Esta se enmascara ante la necesidad de confrontación de las decisiones inaplazables y el hecho de que pase desapercibida y no se le brinde importancia, puede ser grave para la recuperación psicosexual futura de la paciente.
El stress, la depresión y la ansiedad se presentan propiciando un bloqueo mental. Es más, estos sentimientos y otros factores diversos, le bloquearán la memoria inmediata y su organismo se protegerá con una especie de “coraza protectora” que le permita no codificar toda la información de un solo golpe. Esta coraza que se menciona la reviste, irá desapareciendo de acuerdo a que su situación emocional lo vaya permitiendo y su memoria y capacidad de conciencia mejoren. Aparece un sentimiento de impotencia, a no tener los recursos diversos necesarios (económicos, de tiempo, etc.), especialmente los emocionales para enfrentar el hecho de tener cáncer y tener que experimentar sus tratamientos. La pérdida del control de su cuerpo se asocia a todos estos temores.
4. Durante el tratamiento.
4.1 Continúan la ansiedad, el stress, la depresión(normal en estos casos pero que puede volverse patológica por otros factores desencadenantes), amplificando su intensidad. Es más, estos sentimientos y otros factores diversos, bloquearán la memoria inmediata de la paciente (coraza protectora arriba ya mencionada) hecho que le permite no codificar toda la información de un solo golpe. Aparece un período de negociación en donde la paciente “negocia” sufrimientos a cambio de recuperación con su Dios o figura en quien ella cree, que puede ser su médico también.
4.2 En la paciente se presenta en mayor o menor grado una disrupción en sus relaciones interpersonales, laborales, etc. y una etapa de incapacidad con respecto sus actividades de la vida diaria. La paciente tiene que aprender a detectar y utilizar sus recursos y así recobrar el control de su vida, lo cual mejorará su estado de ánimo; así como a apoyarse en quienes le rodean y ellos a que la paciente no puede brindar las mismas atenciones que cuando estaba sana. Este “pensar primero en sí misma” es muy difícil para ella pues la mujer ha sido educada para pensar primero en las necesidades de los demás para satisfacerlas (papás, hermanos, pareja, hijos y ahora tiene que pensar antes que en nadie en ella).
4.3 El siguiente paso es el inicio de la asimilación de lo que le está ocurriendo, lo cual toma tiempo de acuerdo al pronóstico y de la personalidad de cada mujer. No es lo mismo saber que se requiere una lipectomía, una cuadrantectomía o una mastectomía parcial o radical. Tiene que vivir “el duelo de su pérdida”, si es que perdió uno o dos senos, ganglios, etc.; si el pronóstico es bueno y sólo se requiere de un tratamiento preventivo o si se trata de una lucha feroz por la vida en donde gana la paciente o gana el cáncer, o bien, si se trata de un tratamiento paliativo en espera de un resultado fatal. El mecanismo de la identificación con otras pacientes en condiciones similares se presenta en esta fase y es útil para quien acepta a entrar a un grupo de apoyo social o terapéutico, acorde a sus necesidades y posibilidades.
La fase de asimilación se inicia con la necesidad de saber más acerca de la enfermedad, los tratamientos, etc. y poco a poco, a lo largo del proceso de tratamiento y recuperación, dicha asimilación de lo ocurrido se va dando por parte de la mujer. Al inicio de esta fase, algunas mujeres buscan lo máximo de información acerca de lo que les está pasando o definen tener confianza ciega en su médico y ya no cuestionan.
En esta etapa se presenta el hecho de que la mujer y/o su familiar pidan una segunda opinión médica. Si la segunda opinión es diferente a la primera, ello se convierte en mayor fuente de stress para la mujer, cuando en realidad lo que más necesita es confianza en la relación médico — paciente. Pasa por una etapa de duelo si tuvo que perder uno o dos senos para salvar su vida. El apoyo psicoterapéutico o de grupos sociales, es esencial en estos casos.
El proceso de asimilación de que se tiene o ha tenido cáncer, es el más difícil de todos debido al bloqueo emocional que se presenta en la mujer desde que se le diagnostica esta enfermedad. Ella pasa a la fase de confrontación sin darse mucha cuenta, por la necesidad de actuar ante las sugerencias médicas pero la coraza de protección se encuentra presente hasta que la paciente puede llorar su duelo y después asimilarlo.
Es más, esta coraza protectora, como ya se ha mencionado, incide en su memoria inmediata bloqueando gran parte de las circunstancias por las que tiene que deambular pues el stress, la ansiedad y la depresión están presentes durante el largo proceso desde el diagnóstico hasta el tratamiento. Pueden presentarse sueños angustiantes (pesadillas) durante este período, pues ellas actúan en su nivel inconsciente al ir asimilando su realidad. Insomnio es otro de los problemas que acompañan esta fase. Para la gran mayoría de las mujeres, es recomendable recibir una terapia de apoyo individual o de grupo. Algunas tienen que pasar además, por terapias de rehabilitación.
4.4 En el caso de tratarse de una recurrencia que causa aún desesperación, mucho más enojo y luego mayor depresión y desconfianza de su tratamiento o de sus médicos, que cuando se le diagnosticó por primera vez. La amplificación de la intensidad de las emociones es aún mayor. La depresión puede requerir tratamiento psiquiátrico. El apoyo psicoterapéutico (psiconcológico) es esencial pues puede ayudar además en la recuperación física.
5. La aceptación es un paso después de que se ha asimilado el hecho de tener cáncer mamario. Sin embargo, la asimilación y la aceptación reales por parte de la paciente, toman tiempo y a veces se presentan paralelamente o aún después de la conducta de confrontación del problema en busca de solución.
6. …confrontación del problema pues ésta empieza desde que se tienen que tomar medidas para las diversas opciones de tratamientos, estudios previos si se requiere cirugía, escuchar otras opiniones médicas, etc. Muchas pacientes relatan haber actuado (confrontado) automáticamente, basadas en sus redes familiares, sociales y laborales. Otras se ensimisman, pero también actúan por inercia.
Es más, muchas personas no recuerdan las explicaciones dadas por su médico al recibir su diagnóstico. Son pocas las pacientes que relatan con absoluta conciencia los pasos que dan, aún durante y después del estado de choque emocional. Estas pocas pacientes generalmente toman las decisiones de su tratamiento, conjuntamente con su médico y su pareja pues son quienes buscan mucho más información acerca de lo que les está ocurriendo.
Lo interesante en los pasos de aceptación y de confrontación del problema es que para muchas pacientes es preferible que su médico tome un papel paternalista y las lleve de la mano en lo que deben hacer. Para otras en cambio, ser partícipes es importante y por tanto, es preferible para ellas el informarse lo más posible para tomar decisiones en conjunto con su médico. El cómo reaccione cada mujer, depende de su historia personal, su carácter y/o de la circunstancia de vida por la que está transitando así como el cómo está confrontando su climaterio.
Los mecanismos de defensa que pueden presentarse son: además de la negación ya mencionada, formación reactiva, desplazamiento de los sentimientos, compensación y proyección.
6.1 La confrontación a la muerte es una circunstancia muy especial. Requiere de un acompañamiento profesional de tipo psiconcológico y de un grupo social. La desesperación, el enojo, el miedo son sentimientos muy fuertes y finalmente, se debe trabajar para la aceptación y la confrontación a la muerte. Las fases por los que pasa una paciente en fase terminal son descritos por Elizabeth Kubler-Ross: rechazo, rabia, regateo, depresión y aceptación.
La paciente debe conocer su pronóstico pues necesita la oportunidad de ordenar sus asuntos emocionales, prácticos y materiales antes de partir y así lo hará con más tranquilidad. Ella debe hablar con las personas con quienes tenga o haya tenido situaciones conflictivas para poder descansar en paz. Así mismo, su testamento y otros aspectos materiales son de importancia para dicho descanso. Querrá dejar ayudado al máximo a sus seres queridos.
La familia de la paciente requiere de orientación y apoyo profesional también. Todos requerirán de pláticas francas acerca de la situación que los reconforten y acerquen.
7. La recuperación física y emocional toma tiempo, aún si no se presentaron complicaciones durante el tratamiento. La memoria tiene que volver a su estado anterior, la seguridad personal, la autoestima, la autoimagen si fue necesaria la cirugía o se varió mucho en el peso; es decir, el autoconcepto, requieren ajustes; el retomar las relaciones interpersonales, laborales, etc. no es fácil. Requiere de tiempo y fortaleza interna o externa. Por eso se habla del apoyo psiconcológico.
El aceptar y retornar a la vida sexual es un reto para la mujer y su pareja, muchas veces difícil de comprender y llevar a cabo a pesar de que ya se cuenta más con el optimismo de haber pasado este período tan difícil. Se ha confrontado, asimilado y aceptado. Se ha salvado y aprecia la vida y la salud en todo lo que valen. Se valora a todos aquellos quienes la apoyaron; sus prioridades de vida seguramente han cambiado.
Volver a la rutina diaria anterior, retomar las energías físicas y emocionales ante el enorme aprendizaje de tantos meses que siguieron posteriormente al diagnóstico no es fácil pero sí muy reconfortante. Muchas mujeres logran crecer de este periodo, la mayoría lo hacen.
7.1 El mecanismo que se da al finalizar estos estadios es el de la sublimación. Algunas mujeres, desean hacer extensivos los aprendizajes personales y profesionales a otras personas para que su deambular en este proceso sea menos doloroso. Se sabe de quienes han escrito libros, formado grupos de apoyo social voluntario como los de Reto, Arco Iris entre otros.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
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Dic 15, 2006
por Anamelí Monroy López. Dra en Psicología. Hospital de México. Diciembre 2005
Se ha logrado un avance en la esperanza de vida del ser humano que la ha prolongado más años, en especial en donde las condiciones de salud se han elevado, conjuntamente con ambientes más propicios y los estilos sanos de vida. Claro que sin olvidar que la genética también influye (1).
El conocimiento en Occidente, bajo los patrones de la ciencia en su conjunto, ha colaborado en obtener logros conceptuales con relación a las últimas etapas de la vida del ser humano que conocemos como viejo, anciano, o persona de edad. Así, se habla de la tercera y cuarta edad, la vejez, la ancianidad, la edad en plenitud, la senilidad, de la senescencia, etc.. (1).
La vejez, vista como cualidad, cada vez se aleja de términos que la deshumanizan. En tal sentido debemos diferenciar palabras que identifican diferentes aspectos y representan diferentes repercusiones. Por ejemplo, senectud referida esencialmente a procesos biológicos y senilidad a procesos psicológicos (1).
También, las expectativas de más años de vida de la población han aumentado de vida en muchos países desde hace tiempo y México no es la excepción. El CONAPO nos dice que la esperanza de vida de los mexicanos es de actual de 75.3 años, aumentará a 78.1 años en 2010 y a 83.7 en 2050. Es decir, que para 2010 serán casi 7 millones de adultos de más de 65 años, para 2020, 11 millones y para 2050 32.43 millones (2, 3) .
Con el proceso de especialización que caracteriza a la modernidad, se construye un campo específico y múltiple de conocimiento que desde los organismos mundiales ubican a esta población entre los 60 o más años. En México hemos tenido como problemas que se le denomina generalmente “tercera edad” cuando ésta correspondería realmente al climaterio y la cuarta es para los adultos mayores, o se le pone nombres románticos como “plenitud o años dorados” a partir de los 60 años, que se alejan de la ciencia y de la verdad, en la que debemos educarnos desde pequeños. El desarrollo, que incluye a la vejez, y la muerte, son inevitables. Además, ha habido negligencia al preparar una estructura para proveer servicios y soporte para los adultos mayores quienes pronto ocuparán una tercera parte de la población pues nuestra pirámide de población e irá envejeciendo (3) Y para colmo los proyectos de jubilación que existían no pudieron ser llevados a cabo por falta de financiamiento para la cantidad de personas que ahora viven más años y la enorme cantidad de adultos mayores que no les alcanza su jubilación o que simplemente carecen de dicho apoyo (4).
Así mismo, en nuestro país (como en muchos otros, principalmente los occidentales) se vive la ambivalencia de haber atesorado como gran valor a la juventud, la casi desintegración de la familia extensa, dejando más espacio a la nuclear, en donde se dejan fuera a los “abuelos”, quienes antes convivían diariamente con todos los miembros de la familia de diferentes edades, lo cual los estimulaba afectiva e intelectualmente; dándose que a su vez funcionaban como maestros de las siguientes generaciones que aprovechaban su sabiduría. No se necesitaba casi de asilos para ancianos (3).
En nuestra sociedad está presente lo que algunos autores llaman “Paradigma del Cuerpo Joven” (5) en donde el tipo de sociedad imperante hace cada vez más difícil la vida familiar de convivencia de tres generaciones. A esto se añade la preferencia casi obsesiva de nuestros medios publicitarios por el cuerpo joven como ideal estético: joven, bonito, muy delgado y desde luego muy lejos de lo que puedan ser canas, arrugas y otros defectos del cuerpo viejo. Es lógico que en un ambiente así, el hombre y la mujer de edad sientan que ya no tienen que ofrecer.
Actualmente se vive en medio de la influencia de los medios de la comunicación masiva que alaban a la juventud y olvidan “poner en la fotografía familiar” a los abuelos y darles su lugar como “los maestros”, “los sabios”, quienes pueden brindar su experiencia. Así podemos recordar al personaje de García Márquez (6): Juvenal Urbino en donde refiere a las costumbres de su época versus las inconveniencias de “la modernidad”. o Jeremías de Saint-Amour, un cristiano a la antigua que consideraba que la vejez era un “estado indecente” que debía impedirse a tiempo.….
El Instituto Nacional de Apoyo a los Adultos Mayores en México, ubica al Adulto de la “Tercera edad” a los 60 años pero algunos beneficios de ayuda económica se dan en la Ciudad de México hasta los 70 años (7). Helga Arce (8), de la Universidad de la Concepción en Chile ( Apsique Internet. 2005) ubica a la vejez a los 75 años y la Organización Panamericana de la Salud (9,10) la ubica a partir de los 65 años y decidió denominarla “Adulto Mayor” que abarca una visión integral, interdisciplinaria y holística.
Sin embargo, no todos los seres humanos crecen, se desarrollan y envejecen en forma similar, ni en cuanto a morfología ni en cuanto a función se refiere. Basado en lo anterior se habla de:
- Edad Cronológica, determinada en función del tiempo transcurrido desde el nacimiento, medido por los años, meses, días.
- Edad Biológica, corresponde al estado funcional de los órganos de nuestra economía comparados con patrones estándar establecido para cada edad o grupo de edades.
- Edad funcional, expresa la capacidad de mantener los roles personales y la integración social del individuo en la comunidad.
Así podemos ver personas relativamente jóvenes muy “envejecidas” o por el contrario personas de edad más avanzada con actitudes, actividades y pensamientos aún joviales que se reflejan en su apariencia física.
La teoría psicológica del envejecimiento se caracteriza por los cambios conductuales que se relacionan con las influencias ambientales que influyen y se reflejan positiva o negativamente en los adultos mayores. Cada persona mayor es un individuo al cual cada experiencia vital y cada modificación en su entorno ejerce un efecto sobre ella.
Por ello, la actitud de la sociedad ante los adultos mayores y los familiares y amigos en especial, influyen en cómo se conceptualiza la persona y con ello, cómo vive sus últimos años de vida. La vejez, más que un problema de salud pública es uno de carácter social y como tal debe ser encarado. (9, 10, 11).
Después de los 65 años, el individuo vive una etapa normal del desarrollo, los principales problemas que enfrentan los adultos mayores son los que les creamos a través de la política y la economía que afectan su estatus en mayor grado que el envejecimiento en sí. Los grupos claves en el problema del envejecimiento son los grupos de edad más joven pues son quienes determinan el estatus y la posición de los adultos mayores en el orden social. (12). La vejez no tiene que ser el punto más bajo del ciclo de vida ya que el envejecimiento satisfactorio es posible si las estructuras sociales y nuestros pensamientos se reorganizan. Por ejemplo, no tiene por qué haber desempleo para el grupo de Adultos Mayores, pues si sólo se contrata a las generaciones jóvenes, se desaprovecha la experiencia y sabiduría de las mayores.
*Sabiduría: acumulación de experiencias vividas a lo largo de la propia existencia al cumplir las tareas, manejar las situaciones y resolver los problemas que la propia vida impone. Implica el aplicar el buen juicio al conducir la propia vida, desarrollar la comprensión por medio de la experiencia y la capacidad de aplicarla en los asuntos importantes. Es una de las características deseables que aumentan a la edad y empieza a desarrollarse a los 55 años aproximadamente. No todas las personas se vuelven más sabias con la edad y el que ello suceda depende de las experiencias especificasen la vida, en la motivación y en los recursos personales ( 8).
Los programas sociales y de salud para Adultos Mayores empiezan a darse en nuestro país, pero por ejemplo, lo que se ofrece a éstos en las grandes concentraciones urbanas en cuanto a salud y otras facilidades, se contrapone con el ambiente contaminado, la sobrepoblación y la escasés de vivienda. En cambio, en áreas tranquilas donde la naturaleza es un beneficio gratuito, no pueden acceder fácilmente a servicios de salud y otros por ausencia de dichos servicios especializados para ellos o lejanía de ellos, o problemas de transportación, o porque son de baja calidad. Tampoco se ha contemplado un apoyo económico como en el Distrito Federal o en los Estados Unidos de Norteamérica, por mencionar los cercanos. (4)
En Israel, como en algunos otros países se han planeado programas sociales en donde se mezclan a los niños o jóvenes con los ancianos, logrando que los últimos se sientan útiles y acompañados y los primeros aprendan de su experiencia y afecto. En los lugares donde prevalece la familia extensa no se tiene que organizar lo anterior pues se da sólo. También en ese país se ha implementado un programa de empleo dirigido a los ancianos en donde pueden hacer uso de habilidades manuales de fácil y rápido aprendizaje por su poca complejidad.
ASPECTOS PSICO-PSIQUIÁTRICOS:
La principal tarea de las personas mayores es la de comprender y aceptar su propia vida y hacer uso de su experiencia para hacer frente a los cambios personales o pérdidas. Las personas han de adaptarse a la disminución de la fortaleza y salud física, a la jubilación o retiro del trabajo y a su propia muerte (13). Ha medida que tratan estos temas, sus motivaciones pueden variar, de esta forma se presentan diversas teorías:
- Ultimo Estadio de Erikson: ”Integridad versus desesperación” Constituye la culminación de la resolución triunfante de las siete crisis previas en el desarrollo a lo largo de la vida, por lo que pudo haber sido o por lo que debería haberse hecho en forma distinta. Implica la aceptación de los propios progenitores como personas que hicieron lo mejor que pudieron, haciéndose merecedoras de nuestro amor, aún cuando no fueron perfectas. También consiste en la cercanía de la propia muerte como fin inevitable de la existencia de la vida.. Quien ha fallado en tratar de resolver la crisis “teme desesperadamente a la muerte expresado en el sentimiento de que el tiempo es ahora corto para volver a comenzar otra vida y buscar caminos alternativos hacia la integridad” (14,12).
- Teoría de la Actividad: cuanto más activa permanezca una persona mayor, más satisfactoriamente envejecerá y los papeles que constituyen principalmente su satisfacción son: trabajo, cónyuge, padre, madre, y la máxima pérdida es debido a la viudez y la enfermedad. Según Lemon, Bengstom y Peterson (8) existen 3 tipos de actividad: interacción social con familiares, amistades y vecinos; formal: participación en organizaciones voluntarias; solitaria: leer, ver televisión y mantener algunos pasatiempos.
- Teoría de la Desvinculación: El envejecimiento se caracteriza por una mutua separación, por parte de la persona mayor, la cual voluntariamente disminuye sus actividades y compromisos, lo cual ayudaría a las personas mayores a mantener su equilibrio, siendo benéfico tanto para la persona como para la sociedad (12,13).
ASPECTOS PSICOSOCIALES:
Recordemos en forma esquemática, los principales aspectos de la sociedad actual: Es altamente competitiva, efectista o utilitaria, masificada, de relativismo en cuanto a valores, acelerada, en donde predomina la familia nuclear, que ha prolongado la edad cronológica y en la que aún existen signos de sensibilidad y solidaridad.
Vistos estos rasgos podemos referirnos a algunos aspectos psicológicos del adulto mayor (15)
- Pérdida de la autoestima:
Muchos adultos llegan a la edad de la jubilación y aún se sienten en plenitud para la realización de sus trabajos. Frecuentemente nos encontramos con personas de edad avanzada que están plenamente en forma, totalmente vigentes, lúcidas, llenas de iniciativas y planes de trabajo. Muchos hombres y mujeres científicos , literatos, escritores, investigadores, políticos, hombres de campo, mujeres de casa, etc. Aunque ven disminuidas sus potencialidades físicas al llegar a los 65–70 años sienten, sin embargo, que su mente está lúcida y sus ganas de hacer buenas cosas permanecen inalteradas. A pesar de que ellos se ven bien, la sociedad les dice por medio de la jubilación y otras señales, que ya deben dejar el puesto a gente más joven y nueva, y que deben retirarse. En una palabra, es decir, que ya no le necesitan, que prescinden de él o ella.
Una de las primeras necesidades de todo ser humano es la de sentirse aceptado, querido, acogido, útil y capaz, reconocido, digno, perteneciente a algo y a alguien, todos ellos sentimientos en los que se basa la autoestima.(16). Por lo tanto no puede haber autoestima en el individuo si éste percibe que los demás prescinden de él. Maslow (17) ya lo decía así en su famosa pirámide de necesidades, donde describe la autorrealización y que consiste en el desarrollo integral de las posibilidades personales. Autoestima consiste en las actitudes del individuo que éste mantiene hacia sí mismo. Cuando éstas son positivas hablamos de buen nivel o alto nivel de autoestima. Al nombrar la palabra actitudes ya hemos incluido el mundo de los afectos y sentimientos y no de los conocimientos, pues los componentes de la actitud encierran gran variedad de elementos psíquicos. Un buen nivel de autoestima es garantía de que la persona podrá hacer frente con dignidad a importantes contrariedades de la vida y no decaerá su ánimo fácilmente (18).
La persona mayor que se siente bien, saludable y con fuerzas y se le dice que ya se puede prescindir de ella, es muy probable que influyamos en el deterioro de su autoestima y sienta que se piensa que ya no puede aportar nada a pesar de ella sentirse bien y capaz.
Después de todo, la autoestima, insertada en el sistema actitudinal de la personalidad es un todo muy complejo. Todo el valor afectivo-emotivo que ella encierra no se limita a sólo afectos anímicos sino que proyecta sus múltiples consecuencias también hacia lo físico como hacia lo somático.
Los nuevos estudios indican que las emociones positivas y negativas influyen en la salud más de lo que se suponía hace algunos años y que si no tenemos un desarrollo óptimo afectivo no se desarrolla la inteligencia (Existe una relación directa entre el afecto y el desarrollo cerebral, intelectual) (19). El ser humano actúa y toma decisiones no tan sólo por su intelecto sino por la calidad e intensidad de los sentimientos que le embargan en ese momento (pérdida del trabajo, de los compañeros de éste mas jóvenes pero que ya no lo frecuentan, pérdida de amigos y seres queridos que van muriendo, pérdida de estatus, etc.)
Los Parámetros y valores culturales actuales favorecen poco la autoestima del Adulto Mayor. La ideología físico-biologista siempre imagina la vida en términos de comienzo, plenitud y decadencia. Esta ideología debe ser superada: la afectividad y la razón no decaen al ritmo de la decadencia biológica sino que crecen y se fortalecen en al adulto mayor saludable hasta el último día de su vida. Por eso la organización Mundial de la Salud define al “adulto mayor sano” como aquel individuo cuyo estado de salud se considera, no en términos de déficit, sino de mantenimiento de capacidades funcionales.
Por otro lado es importante recordar que las células cerebrales se envejecen más lentamente que las otras del organismo si se les mantiene activas por lo que es bueno aprender “una gimnasia intelectual” (19).
- Pérdida del significado o sentido de la vida:
Eric Erikson (14) nos enseña que la personalidad y el desarrollo se halla siempre en proyecto y que nunca termina de crecer, considera a la última etapa de la vida como la de integración versus la desesperación. La integridad vista como la disposición a defender la dignidad del propio estilo de vida contra la amenaza física y económica. Alcanzar la integridad consiste en haber logrado un especial estado del espíritu que Sherman ( 20 ) dice que es la aceptación de la realidad de uno mismo y de la propia vida, resultante del abandono de ilusiones. Sin embargo quienes siguen acariciándolos sin ser realistas desarrollan los sentimientos de fracaso, frustración y decepción de uno mismo que resultan inevitablemente en un sentimiento de desesperación.
Dice Frankl (21) que el vacío existencial es la neurosis masiva de nuestro tiempo, ella se produce en el propio ser. La propia existencia carece de significación. Esto puede desencadenar una serie de síntomas depresivos. Esto le sucede con más facilidad al adulto mayor. Uno podría preguntarse..¿qué es primero, la depresión o la pérdida del sentido de la vida? Esto no se aprecia en adultos mayores mentalmente activos. Ellos son también capaces de enfrentarse a la muerte con más serenidad que aquellos quienes perciben que su vida carece de sentido.
- Pérdida de la facilidad de adaptación:
Al llegar a una mayor edad la persona va viendo cómo los ambientes van cambiando para ella y cómo otros le son lejanos o por lo menos le ofrecen menos interés. En realidad esto ha pasado siempre y en cada una de las etapas evolutivas del individuo.
A esta edad el problema se agudiza pues viene sazonado de otros tintes de marginación social. Por eso el anciano se encuentra sin las herramientas que le permitan un trabajo de adaptación: son las motivaciones o refuerzos sociales. Al carecer de dichas herramientas le es difícil adquirir hábitos nuevos, y por lo tanto, adaptarse a las nuevas circunstancias.
Así puede parecer como persona algo rígida, chapada a la antigua, aferrada a su sola experiencia tan importante para él o ella, pero que siente que la sociedad no se la valora en la forma en la que la persona quisiera o considera que sería lo justo. La agresividad, la fácil irritabilidad (verbal o gesticular) que muestran algunas personas mayores, podría estar relacionada con este sentimiento de la difícil adaptación, sentimiento que se ve agravado por la pérdida de autonomía económica sufrida por muchos ancianos.
- La aflicción o tristeza por una pérdida:
Esta clase de dolor es una respuesta normal y saludable a diferentes tipos de pérdidas. Una puede ser la de la pareja de tantos años, o de la salud, o del trabajo. Para calmarla, la persona tiene que aceptar los términos finales de esta pérdida. Para ello se pasa por diferentes estadios: Shock o confusión por sorpresa desagradable o confusión, negación, enojo o molestia por el abandono, amargura, fingimiento de haber vuelto a la normalidad, enfrentamiento a la realidad depresión, sin esperanza, culpa, hasta que va pasando. Es aconsejable hablar de esto con otras personas, seguir con sus actividades acostumbradas dentro de lo posible, dormir bien, evitar el alcohol, tabaco o drogas, no tomar decisiones importantes de inmediato y pedir ayuda psicológica si se necesita.
- Insomnio: es muy común en las personas mayores de 65 años pues los patrones de sueño cambian al envejecer. Las causas pueden ser físicas, ambientales o de comportamiento (ruido, comer tarde en la noche, dormir durante el día, etc.), ingerencia de cafeína, alcohol, nicotina, algunos antidepresivos, medicinas estimulantes, horario de las medicinas, mentales como ansiedad o depresión; estrés como problemas familiares, financieros, de salud. El insomnio puede ser tratado eficazmente.
- Estrés: es causado por el instinto del cuerpo de defenderse a sí mismo. Es bueno en emergencias pero puede causar síntomas físicos si perdura por mucho tiempo. Se puede presentar en la edad avanzada ante la inminencia de la jubilación, problemas familiares, problemas financieros. Se puede aprender el manejo adecuado del estrés.
- Pérdida de la Memoria: La edad va asociada a la pérdida normal de la memoria. (perder un objeto, no recordar nombres, fechas, o las cosas por las que había ido a la tienda, una cita, etc). Otra muestra puede ser la charla repetitiva sobre un solo tema, una y otra y otra vez. La pérdida de memoria asociada a un deterioro leve de las funciones mentales es más delicada pues corren un alto riesgo a la enfermedad de Alzheimer. También se puede dar una pérdida anormal de la memoria. Se caracteriza por problemas como la desorientación, incapacidad de recordar hechos muy recientes, y confusión. Puede ser el desarrollo de una demencia. Es necesario un buen diagnóstico diferencial pues también algunos medicamentos u otros trastornos pueden ocasionar estos síntomas. Un diagnóstico oportuno permite un tratamiento temprano.
- Transformaciones en la sexualidad:
La sexualidad nace y muere con el ser humano. De acuerdo a cada edad se transforma como se transforma la mente y el organismo (22). La sexualidad incluye todas las formas de expresión, desde la aproximación, el tacto, la intimidad emocional, la masturbación o estimulación erótica manual u oral y no solamente el coito. En ella influye la educación desde la infancia hasta la muerte, las actitudes de la sociedad y el conocimiento y experiencia adquiridos. La intimidad con la pareja adecuada permite que la exploración, la creatividad y el desempeño vayan de la mano hacia una ejercicio de la sexualidad óptimo (22).
Desde el punto de vista biológico, en la mayoría de los hombres (no en todos) disminuye la producción de espermatozoides, el tamaño testicular, el fluido seminal y la fuerza de las contracciones. La respuesta de excitación es más lenta, a veces la erección menos firme, la duración del orgasmo es disminuida y el aumento del tiempo de volver a la estimulación. (22). Cuando la pareja enriquece, sustituye o complementa la actividad sexual con actividades más allá del coito como las caricias eróticas, la masturbación, el sexo oral, etc, se sobrellevan más fácilmente estas dificultades (22).
En la mayoría de las mujeres (no en todas) se produce una respuesta más lenta a la estimulación, una reducción de la lubricación que puede ocasionar un coito doloroso, menor intensidad en el orgasmo pero persiste la capacidad multiorgásmica. En quienes ya la tenían(22). Cuando la pareja enriquece con la experiencia, sustituye o complementa la actividad sexual con actividades más allá del coito, se sobrellevan fácilmente estas dificultades (22).
Las disfunciones masculinas más comunes son el orgasmo prematuro o retardado y la disfunción eréctil que actualmente se está beneficiando de técnicas y medicamentos que facilitan la erección si existe la excitación. En las mujeres la dispareunia y la anorgasmia así como la disminución de su libido si no han tenido terapia de remplazo hormonal y si no utilizan jalea lubricante o vaseline, o medicamentos recomendados por los especialistas (22).
Sin embargo la actitud hacia la propia sexualidad se ve influenciada por lo que aprendieron de jóvenes acerca de la sexualidad del adulto mayor y cómo la sociedad ve en ese momento la sexualidad en personas de la 3ª y 4ª edades (22).
ENFERMEDADES PSIQUIÁTRICAS MÁS COMUNES DE LOS ADULTOS MAYORES:
La demencia presenil o senil como el Alzheimer y la depresión que en esta edad puede ser mortal, son las principales enfermedades de esta época.
La demencia senil es un desorden cerebral orgánico: Tiene algunos rasgos distintivos que pueden no presentarse juntos o en el mismo grado como el deterioro de la memoria, daño del funcionamiento o comprensión intelectual, deterioro de la capacidad de juicio, de la capacidad de orientación y decaimiento de dichas funciones. Una de las más comunes es el Alzheimer.
¿Declive de la capacidad intelectual?
Las investigaciones transversales (12) encuentran un declive en la capacidad intelectual que se relacionaría con la edad debido a:
1.Deterioro neurológico
2.limitaciones físicas
3.factores psicológicos
4.velocidad
5.ansiedad ante las pruebas
6.inadecuación de las tareas
7.cautela
8.actitudes derrotistas
9.pérdida de continuidad en la actividad intelectual
10.descenso terminal
Si ponemos atención veremos que esta disminución cognitiva es más un mito que una realidad. El Adulto Mayor es capaz de aprender destrezas nuevas pero requiere de mayor tiempo que las personas jóvenes. (13). Si bien es cierto que el anciano ya no cuenta con la misma eficiencia que tuvo en su juventud, cuenta con un conocimiento pragmático que conocemos como sabiduría. De esta manera el Adulto Mayor posee un gran desarrollo de la comprensión por medio de la experiencia y la capacidad de aplicarlos en asuntos importantes (23)
DESARROLLO PSICOSOCIAL:
1.Cambio social: Los adultos mayores de los países desarrollados, se han dado cuenta de que el ser mayor es diferente desde que sus padres llegaron a los 65 años. Tienen aspecto más juvenil, están más sanos y vigorosos que sus homólogos de hace varias generaciones. Es más probable que sean dueños de sus casas, vivan por encima del nivel de pobreza y tengan menos hijos adultos (13). En los países en desarrollo estas características no se dan siempre o porque no ha habido una educación hacia la planificación familiar oportuna o para el ahorro para los años finales o porque la situación económica de los países no lo ha permitido. No todos tienen derecho a la jubilación o ésta es muy raquítica (3).
2.Estrés: Un alto estrés puede lastimar la autoestima y deteriorar física y mentalmente a la persona que lo padece.
3.Trabajo y jubilación: en la transición del trabajo a la jubilación puede desarrollarse un alto estrés por lo que se recomienda que se vaya haciendo poco a poco, para que se vaya viviendo por fases hasta aceptar su finalización. (13). Quienes no tienen derecho a la jubilación están en alto estrés pues trabajan temiendo perder su empleo en cualquier momento o tendrán que seguir trabajando si se los permiten o tendrán que pasar a ser dependientes de sus familiares o de programas gubernamentales.
4.Matrimonio: El evento más importante en muchos matrimonios es la jubilación del hombre y de la mujer si es que ella trabajaba. Cuando es el hombre quien trabajaba, afecta a la mujer en su independencia, al estar él todo el día en casa. La mayoría de otros problemas ya han sido solventados en etapas anteriores y si no lo hicieron ya se divorciaron antes (13).
5.El divorcio y volver a casarse: cuando las parejas que han estado casadas durante 40 años se divorcian es probable que demuestren más estrés psicológico que las parejas jóvenes que se divorcian. La pérdida de sus papeles conyugales al igual que los profesionales puede quebrantar su identidad. El número de personas mayores que se divorcian va en aumento. En el hombre es porque ha estado enfrascado en su trabajo y su jubilación coincide con el matrimonio con otra mujer. En la mujer es porque su marido es alcohólico, tirano o mujeriego. Los hombres se casan con más facilidad que las mujeres pues hay más mujeres divorciadas que hombres disponibles.
6.Viudez: La situación de viudez en las mujeres es más frecuente pues sus maridos eran mayores y porque la esperanza de vida del hombre lo es también. El proceso de recuperación implica, desarrollar una explicación satisfactoria por la que ha muerto el otro, neutralizar los recuerdos y asociaciones y crear una nueva imagen de uno mismo. Las mujeres parecen adaptarse a una vida solitaria mejor que los hombres quienes padecen depresión, angustia y hasta reacciones fóbicas. Aún después de la recuperación el dolor continúa. (13).
7.Relaciones familiares en los Adultos Mayores: La tendencia es “envejecer en el lugar”, donde educaron a sus hijos, en donde está lleno de recuerdos, y al conocerlo bien les da competencia y el ser propietarios confiere estatus a la persona mayor. Son menos propensos a traslados o emigraciones. Existe la emigración de ayuda que es cuando se mudan con algún hijo o a una residencia especial o a una institución que ofrecen cuidados personales pero raras veces médicos, psicológicos, sociales, ni sanitarios a nivel profesional. (13).
8.No jubilación: Existen gran cantidad de adultos mayores que no tienen jubilación, ya sea porque en su trabajo nunca se la dieron, porque estaban en trabajos informales o no trabajaban a base de sueldo (muchas mujeres están en este caso). Estos adultos mayores pasan a depender de sus familiares, de las instituciones gubernamentales que en México casi no existen o piden y viven de la limosna que les da la gente. El Sector Salud, el Gobierno del D. F. empiezan a desarrollar algunas acciones pero como sociedad falta mucho por hacer (3).
HACIA UNA SALUD PSÍQUICA PREVENTIVA: (18)
http:/ www.ubiobio.cl/vitrina/envejecimiento.htm
El adulto mayor es protagonista de su propia vida y de su propia salud física y psíquica. Evitar actitudes paternalistas en las que la solución viene de afuera y no de los mismos protagonistas ya es un gran paso. Toda la sociedad debe conectarse para formar “redes de seguridad” en beneficio de los seres más desvalidos pero cuidando que ellos mismos sean agentes de su propia liberación (en lo posible).
1.-Educación en la verdad: (18)
Esta se desarrolla a través de las distintas edades de la vida. Prepararse para gozos y esperanzas, para conflicto, estrecheces, contrariedades; holguras y abundancias. Prepararse para asumir la verdad. Así, cuando lleguen a situaciones y momentos de la vida más difíciles estarán mejor preparados para enfrentarlos y salir airosos de la prueba.
2.- Verdad del envejecimiento: (18)
No todos los cambios de esta edad son negativos, también existen positivos. Se debe aprender a verlos. Hemos visto ya varios negativos pero ahora aboquémonos a los positivos como la capacidad de la estabilidad y la continuidad, cualidad que proporciona al adulto mayor la aureola de persona capaz digna de confianza, capaz de recibir confidencias y de entregar consejos sabios.
3.- Desarrollo de una actitud abierta: (18)
1.Sentimiento de Eupatía:
Significa en griego “sentirse bien”. Consiste en sentirse y aceptarse a sí mismo como radicalmente valioso. Es un sujeto que reconoce sus cualidades y logros con sencillez, sin jactarse ni fanfarronearse. Al igual reconoce sus fallas y errores, sin por eso sentirse frustrado ni fracasado.
2.Sentimiento de simpatía:
Palabra griega que significa “sentir con” y que significa sentirse bien con los demás. Por eso la persona es sociable, acogedora, a la vez que aprovecha sus momentos de soledad porque necesita calar la hondura de la propia intimidad. Es quien desde la profundidad de su vida interior, es capaz de salir al encuentro de otros y tanto en ellos como en el resto del mundo encuentra lo que es positivo, digno de felicitación y aplauso.
3. Sentimiento de autonomía:
Palabra griega que significa “ser uno mismo” contrario a la heterotomía que es la dependencia de los demás. Es capaz de ayudarse a pesar de sus limitaciones, es autónomo desde el punto de vista psicológico. No se trata de proyectar cosas a realizar sino de seguir creciendo como persona libre, liberada y liberadora.
5. Sentimiento de Anástasis:
Palabra griega que significa “levantarse, ponerse en pie”. Consiste en sentir, experimentar,
crear, pensar, producir. Quien vive de esta manera anastasística, encontrando el sentido de la
vida hasta el último momento, es la persona que por lo mismo, experimenta que la muerte no
tiene la última palabra y es un ser humano que irradia esperanza y se prepara para “bien
morir”.
EL FINAL:
Felicidad y muerte parecen a simple vista dos términos mutuamente excluyentes en las culturas occidentales. La felicidad como anhelo y aspiración de todo ser humano es la motivación que está en la base de todas las demás motivaciones, ella es la aspiración de todo ser humano desde que nace hasta que muere pero ¿es posible la felicidad cuando en la vida se incluye el horizonte de la muerte? Se supone que la muerte tiene sentido cuando la vida está llena de sentido (21).
La felicidad no sólo consiste en estar bien sino en estar haciendo algo que llene la vida. La felicidad es inseparable del sentido de la vida y la muerte da sentido y valor a cada minuto de la vida. El horizonte de la muerte nos obliga a seleccionar bien los elementos que son vitales a nuestra vida y nos lleva a organizar nuestra escala de valores diferenciando bien entre fines y medios, entre lo que es importante para la vida y lo que sólo es secundario. La perspectiva de la muerte nos ayuda a ser libres, a no apegarnos excesivamente a las cosas que ejercen dominio posesivo sobre las personas y pueden ahogar nuestras ansias de felicidad y de libertad.
El ser humano es mortal porque su vida está abierta a la inmortalidad. Todo mundo sabe que morirá pero nadie puede estar seguro que con la muerte terminará absolutamente su realidad. Del grado y el tipo de perduración en la vida terrenal o en otra, depende su sentido de la felicidad. En la actualidad se observa una actitud más saludable hacia la muerte, se busca comprenderla, explora los aspectos emocionales, morales y prácticos que la circundan y tratan de hacer de este hecho de la vida como positivo, tomando ideas de las culturas orientales.
El declive físico y las pérdidas de las capacidades, comienzan el proceso de revisión de la propia vida. Ante esta revisión, el adulto mayor puede sentirse angustiado, culpable, deprimido o desesperado (14) pero cuando los conflictos pueden superar la desesperación puede surgir la integridad, habiendo descubierto el sentido de la vida. Quienes no hacen esta revisión no siempre reestructuran el pasado de modo que aumente su integridad.
Cuando la muerte se acerca, las personas entran a la trayectoria de la muerte. Las distintas sociedades y religiones tienen conceptos diferentes al modo adecuado de morir. En nuestra sociedad aún se espera que muera acompañada de sus familiares y amigos, con un mínimo de interferencia técnica y control del sufrimiento. Con la tecnología actual se prolonga el sufrimiento y priva a la persona de su control y dignidad (13). En nuestra sociedad cristiana, la promesa de la inmortalidad ayuda a las personas a encontrar un sentido a su vida.
Al hablar de muerte se hace indispensable hablar del suicidio y la eutanasia y reflexionar sobre ellos. La enfermedad asociada a la vejez, es un elemento autodestructivo que compromete la esfera interior de quien la padece. De ahí que la muerte adquiera la dimensión de una necesidad sentida. El hombre enfermo desahuciado, ya no se abre al mundo; es una miseria material y moral y peor aún, cuando siente que se convierte en una carga para otros o si sabe que no existe alguien quien se encargue de él. La tentación al
suicidio aparece y puede llegar a convertirse en una obsesión., la que dice el filósofo Sciacca, es el vértigo de la libertad que decide incluso contra toda norma (11).
Jay Katz dice que el derecho a la autodeterminación es el derecho de la persona a tomar sus propias determinaciones sin que otros se entremetan (19). Sin embargo cada País tiene su legislación y en general están en contra de la eutanasia, dejando sólo el suicidio como opción para algunos de estos viejos. En su Historia Natural, Plinio El Viejo,. aseguraba que de que la naturaleza concedió al hombre, una muerte a tiempo y lo óptimo (19) que es que cada uno se la pueda dar a sí mismo. Tomás Moro en su Utopía trae un pasaje que pone de presente una situación de lo mejor resuelta (según el autor) si aceptamos que lo que ocurría en ese País de ensueño era lo ideal. “Ponen fin a sus vidas voluntariamente con hambre o en su sueño, sin ninguna sensación de agonía”.
Noruega ya legisló hace unos 2 años a favor de la Eutanasia mientras otros países aún debaten sobre este asunto. El suicidio asistido o ayudado por el médico, al igual que la eutanasia directa están absolutamente prohibidos por la moral médica vigente. Sin embargo, no es correcto que el médico sea el dispensador de la muerte, tampoco lo es que sea él quien la difiera cuando la razón hace aconsejable su presencia. (19)
En el caso del paciente que carece de capacidad para tomar decisiones, se hace un manejo especial, inteligente y paciente. En la incompetencia mental, la demencia senil; en la a permanencia o la irreversibilidad de la enfermedad Alzheimer versus drogas, infección, trastorno metabólico, la familia debe conocer los cuidados que requieren estos pacientes. Por ello, es de gran responsabilidad de los encargados el aplicar las pruebas de competencia mental, como son las de orientación de tiempo, lugar y persona; las de memoria, cálculo aritmético, comprensión del lenguaje oral y escrito, etc. (23).
La situación de salud de los ancianos tiene que ver con el principio de justicia, es decir, con la distribución equitativa de los recursos disponibles. He aquí una situación que pone a prueba el buen juicio, la sindéresis del médico, en particular del médico administrador, pues puede suceder que se presente una coalición de principios al tener que privar de la atención a un anciano para suministrársela a un paciente con mejores perspectivas de sobrevivencia. Dar la orden de “no resucitar” “no dializar”, “no transplantar”, “no operar”, supone una reflexión ética de quien la dicta o del grupo de personas encargadas de tomar la decisión después de analizar diversos aspectos fácticos y teóricos que rodean tan delicada circunstancia. A no dudar, la edad como criterio es una forma odiosa de discriminación (23).
David Callahan opina que la Medicina, en relación con la edad podría tener dos metas: una, evitar la muerte prematura y, otra, aliviar el sufrimiento, mejor que extender la vida después de que el ciclo natural se ha completado.
CONCLUSIONES:
A pesar del deterioro físico muchos adultos mayores enfrentan esta etapa con una actitud juvenil, llevan una vida activa, rica en experiencias, muy satisfactoria.
El envejecimiento biológico es fomentado por la estructura social como familias sobre protectoras que limitan la libertad de los adultos mayores y los tratan como “minusválidos”y no se dan cuenta que si tienen buena salud, ellos pueden realizar las mismas cosas sólo que más lentamente, que se cansan más rápidamente.
La edad avanzada no es signo de decaimiento o incapacidad intelectual. Es evidente que muchas personas siguen aportando en diferentes áreas del conocimiento, de la política, de las artes. Por ejemplo Miguel Angel, Leonardo da Vinci, John Glen, George Bernard Shaw, León Tolstoi, Sir. Winston Churchill, Freud, Einstein, Erikson, Picasso, y muchos otros, tuvieron una prolífica actividad creativa hasta sus últimos años (24).
En resumen, el problema principal radica en la sociedad; en la falta de políticas oficiales, no paternalistas, que integren a los mayores con el resto de la población y que les permitan desarrollar todas sus capacidades generativas. Que se les respete y vea como individuos sabios, con experiencia, útiles a la sociedad como conjunto.
También nos hace falta reflexionar en que los niños y adolescentes de ahora serán los adultos mayores de mañana. La proporción que ellos ocuparán en la población mexicana será más de la tercera parte de la total. ¿Los estamos preparando para llegar a serlo con satisfacción y dignidad?
¿Tendremos una estructura adecuada y servicios suficientes para ellos?¿Estarán educados para llegar a ser adultos mayores satisfechos, útiles y autónomos?
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1.- Domínguez O., La Vejez, Nueva Edad Social. Editorial Andrés Bello. Santiago de Chile. 1982 pp 4,5
2.- CONAPO, Proyecciones de la Población de México 1996–2005. México 1999 p p 4
3.- CONAPO, Los desafíos Demográficos en el Nuevo Milenio En Tuirán R. Ponencia Presentada en el Día Mundial de la Población. México, 2002 p p 11–5
4.- Gutiérrez R. , La Salud del Anciano. Instituto Nacional de la Nutrición. México 1993 pp 6,7
5.- Rosso P., El Paradigma del Cuerpo Joven como Ideal Estético, Revista Universitaria. No. 65 Tercera Entrega. Universidad Católica de Chile. 1999. p p 2,3
6.- García Márquez G., El Amor en los Tiempos de Cólera. Editorial Diana México. 1985 p p 61,62
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8.- Arce Helga. El Adulto Mayor. Universidad de la Concepción. Santiago de Chile en Apsique. Internet 2004
9.- OPS/OMS Salud de los Adultos en Las Américas. Wash. D.C. EUA 1992 pp13,14
10.- OPS/OMS La Salud de los Ancianos: una preocupación de todos. Comunicación para la Salud no. 3 Wash. D.C. EUA. 1992, pp 5, 6.
11.- Macklin R., The Geriatric Patient: Ethical Issues in care Treatment. Biomedical Ethics. Mappes and Zembawee. McGraw.Hill. Inc. N.Y. 1991 p p 192
12.- Papalia, D. Desarrollo Humano. Mc. Grow-Hill. México. 1990 p p 2,3,5, 37
13.- Hoffman,L. Paris S.; Hall.E. Psicología del Desarrollo Hoy. Mc. Grow-Hill. Madrid.1996, p p 23- 45
14.- Erikson E. Infancia y Sociedad. Editorial Paidos Horme. Buenos Aires.1983 p p 56, 78, 54.
15.- Leer Ursula., Psicología de la Senectud Herder. Barcelona. 1980 p p 56–59
16.- Bonnet J.V. Autoestima y Evangelio Vida Nueva 7–14 de agosto 1999 No 2.197 Madrid p p 7, 9
17.-Maslow,A., Motivación y Personalidad Editorial Díaz de Santos. Madrid 1991 p p 87
18.- Frankl V., El Hombre en Busca de Sentido. Editorial Herder, Barcelona, España 1999 p p36
19.- Goleman D. La Inteligencia Emocional. Editorial Vergara Buenos Aires. 1997 p p 5–78
20.- Sherman E. Counseling the Aging. Editorial Macmillan. The Free Press. Nueva York, 1981 citado en Introducción a la Gerontología. El Arte de Envejecer. Editorial Herder Barcelona 1991 p p 347,49
21.- Peláez P. La Soledad del Viejo y su Autoestima Testimonio 133–134. Septiembre-Diciembre Santiago 1992 p p 5, 7
22.- Monroy A., Principios Básicos de la Terapia Psicosexual. Editorial Grijalvo. 1987 p p 87,89
23.-Etica y Ancianidad. En La muerte e Inmortalidad, Editorial Luis Miracle, S.A. Barcelona 1962 p p 301
24.- Chopra D., Cuerpos sin Edad, Mentes sin Tiempo. Editorial Vergara 1993 p p 17–51
Jul 15, 2006
Entrevista a Reyna Quero, realizada por Rafael Mejía y publicada originalmente en Salud y Medicinas
Si su hijo golpea a otros niños, reta a los mayores y actúa a menudo con violencia, busque ayuda especializada a la brevedad, ya que esta conducta, lejos de desaparecer por sí misma, suele empeorar y ser causa de bajo rendimiento escolar y problemas de adaptación social más severos de lo que imagina.
La infancia es un período de gran importancia para el establecimiento de relaciones sociales, ya que es una etapa en la que el niño, a través del juego, el trato con familiares y la convivencia en el salón de clases, aprende a expresar sus ideas, manifestar necesidades, crear lazos afectivos y organizarse en el trabajo en equipo.
Varias dificultades pueden presentarse durante este proceso de adquisición de habilidades, siendo de especial preocupación los problemas en la convivencia con otros chicos debido a acciones de violencia y riñas, mismas que ocasionan amonestaciones por parte del personal de centros escolares y maestros, e incluso desencadenan fricciones con otros padres de familia. Sin embargo, cabe aclarar que este problema no inicia por la interacción con otros niños, como puede llegar a pensarse, sino que sus raíces son más profundas.
En efecto, un niño agresivo comienza a formarse desde edades muy tempranas, en concreto “cuando hace pataletas o rabietas porque no se cumplen sus deseos o, siendo más precisos, porque estos berrinches no se manejan adecuadamente, ya sea porque el papá, la mamá o ambos reprimen al pequeño con gritos y golpes, o porque no marcan límites a su conducta”, explica la psicóloga Reyna Ana Quero Vásquez, coordinadora del Grupo Psicología, Vida y Cambio (Psivicam) de la Asociación Mexicana de Alternativas en Psicología (Amapsi).
Así, las actitudes autoritarias o demasiado permisivas impiden que el niño aprenda a reconocer y manejar adecuadamente sus emociones, y conforme el infante se desarrolla su problema también avanzará “hasta el punto en que comienza a insultar o a golpear a sus compañeritos. Más aún, si no recibe atención alguna, en el futuro tendrá la intención de retar a sus mayores, a las autoridades, y hasta puede incurrir en alguna acción delictiva”.
No es por alarmar, pero…
Reyna Quero, quien se especializa en terapia del juego y atiende problemas en niños y adolescentes, especifica que el origen de un infante agresivo no depende de un solo factor, sino de varios. En principio, aclara que el ser humano está conformado por distintas áreas, como “la del lenguaje, afectiva, de convivencia con otros y cognitiva o de pensamiento, y en este sentido sabemos que un pequeño que golpea tiene problemas en las esferas social y emocional”.
Asimismo, especifica que un pequeño puede tener dos tipos de temperamento desde el nacimiento:
- Pasivo o introvertido. Rara vez afecta a la esfera social cuando tiene problemas sentimentales, ya que se deprime, se muerde las uñas, se arranca el cabello o presenta tics (movimientos involuntarios), es decir, sus emociones se vuelcan hacia él mismo.
- Activo o extrovertido. Habla más, se desenvuelve con soltura, tiene mayor despliegue físico y es más común que exteriorice las alteraciones que sufre en su área emocional a través de berrinches, que puede presentar a partir de que se desplaza y habla, es decir, desde que cumple año y medio de vida o dos.
Detalla la psicóloga que un infante con temperamento activo tiene más fuerza para hacer demandas a sus padres cuando necesita algo, y esto le abre dos posibilidades: que se convierta en alguien sano, emprendedor y seguro, o en un individuo enfermo, violento y propenso a desarrollar problemas psicológicos. Todo dependerá de la enseñanza que reciba en la esfera social, la cual le permitirá encauzar sus primeras manifestaciones de agresividad.
Regañar a un pequeño, golpearlo o dejar que se controle por su cuenta cuando hace un berrinche o rabieta no le ofrece recursos para entender sus emociones. Tampoco le ayuda que su madre y padre no se pongan de acuerdo al tomar decisiones y discutan por todo frente al infante, pues éste se confunde (cae en una condición llamada disonancia) y tiene mala educación emocional.
La especialista ejemplifica que cuando el niño hace algo que puede ameritar una amonestación, “es probable que el papá desee darle una nalgada y que la mamá interceda, argumentando: ‘está chiquito, déjalo, no le pegues’. Ante estas decisiones ambiguas el hijo se va a inclinar del lado que más le convenga, pero llegará un momento en que no obedecerá a ninguno de sus progenitores con tal de satisfacer sus propios deseos”. También es común que uno de los padres, por llevarle la contraria a su pareja, le dé la razón al pequeño en sus rabietas y convierta al menor en un elemento manipulable para dañar a otros.
Queda claro que la relación que llevan los padres es un factor que puede favorecer el comportamiento agresivo infantil, pero también que la falta de habilidades en la esfera sentimental puede “enseñarse” sin que los progenitores se den cuenta. “Sabemos que padres intolerantes dan lugar a hijos intolerantes, y ejemplos de ello son muchos. Imaginemos el caso de un papá que se enoja cuando hay mucho tránsito, dice groserías y se la pasa sonando el claxon; la consecuencia es que el niño aprende que ante las situaciones adversas hay que desesperarse y que lo primero que se pierde en la vida es la calma”.
Así, un niño con temperamento activo y mal manejo de emociones se encuentra propenso a desarrollar actitudes cada vez más violentas. “La rabieta degenera paulatinamente en pataletas en el suelo, agresiones verbales (he tenido pacientes de 3 años que le han gritado frases muy hirientes a sus padres, como ‘no quiero vivir contigo’ u ‘ojalá te mueras’) y, más adelante, físicas, como patear o morder al papá y a la mamá, sobre todo cuando se acercan a contenerlo. Hablamos entonces de una situación progresiva que da pie a un problema que llamamos trastorno negativista desafiante”.
Cuando el niño ya ha insultado o ha golpeado a sus padres, es más fácil que actúe de igual forma con sus iguales: compañeros de la escuela, hermanos y vecinos de edad similar. “A quien toma primero como víctima es a los más vulnerables, que son los chicos tímidos, ansiosos, inhibidos, inseguros, que les cuesta trabajo defenderse y establecer relaciones interpersonales: los pequeños de temperamento pasivo”, especifica la Dra. Quero Vásquez.
Otro riesgo radica en que el chico puede retar a las autoridades, como sus maestros o cualquier adulto que le dé una orden. “En principio, el pequeño les enseña la lengua, hace una trompetilla, o cuando alguien se dirige a él para hablarle o llamarle la atención, le dice: ‘no voy; alcánzame, ven por mí’. Esto aumenta en complejidad, porque la violencia también deja de ser verbal y empieza a ser física: pega y hace travesuras”.
Desafortunadamente, si el trastorno negativista desafiante no se atiende a tiempo y la crianza de los padres desfavorece el manejo de este comportamiento, no es raro que inicie una temible dificultad, denominada trastorno disocial, que es el origen del comportamiento delictivo en niños mayores y adolescentes.
“La progresión de este padecimiento puede ocasionar que el chico sea agresivo con los animales, a sabiendas de que la mascota siente feo; también arranca ramas a los árboles, daña la propiedad privada y llega un momento en que empieza a robar cosas. Otro posible escenario es que le llame la atención jugar con fuego, y si no se le detiene a tiempo se convierte en un piromaniaco. Una posibilidad más es que, si tiene el hábito de golpear, en un futuro no se detendrá para abusar sexualmente de alguien, no precisamente por placer sexual, sino por el gusto que experimenta al dañar a otro”. A estos ejemplos, indica la especialista, podemos incluir la propensión a consumir o traficar droga, practicar secuestro, o asesinar a alguien.
Es por todo esto que la Dra. Reyna Quero enfatiza que el manejo de los trastornos de socialización no sólo depende del tratamiento de los casos existentes, sino de su prevención a través de la difusión de estos temas y de la promoción de mejores modelos de convivencia familiar y de pareja que ayuden a establecer límites y disciplinas positivas en los hijos.
Sí hay alternativas
Es importante aclarar que un niño que hace berrinches no golpeará a otros infantes ni presentará trastorno disocial si se le maneja a tiempo y se establece buena relación con él, en la que se establezcan límites y reglas. “Sería muy distinto si en vez de golpear para ‘calmar’ un berrinche, el papá o la mamá se detiene a preguntarle al menor por qué actúa así, que le dé la oportunidad de platicar qué le pasa y qué opina de lo que acaba de suceder. No son muchos los adultos que actúan bajo la idea de platicar después de un problema, pero es necesario para enseñar que la violencia no se combate con violencia”, sostiene Reyna Ana Quero.
En este mismo sentido, sugiere que los padres dejen de ver a los berrinches y las conductas agresivas como algo normal e inofensivo que ocurre “porque su hijo está chiquito”, y que no se debe olvidar que padre y madre son autoridades en la crianza infantil, por lo que deben establecer normas y disciplina prácticamente desde que el niño nace.
Al ser cuestionada sobre qué pueden hacer los progenitores para solucionar los problemas de agresividad, explica que se ha desarrollado el concepto de padres positivos, los cuales “no son autoritarios ni permisivos, sino término intermedio”, y que en la Amapsi se ha desarrollado una serie de puntos que describen pautas de conducta ideales para mejorar la educación infantil y las relaciones al interior de la familia:
- Estimular el diálogo, no la imposición ni los monólogos.
- Jugar con los hijos, ya que esto elimina fricciones y crea lazos cordiales de simpatía.
- Reforzar las relaciones a través de actos espontáneos como un beso, un abrazo o frases como “qué bueno eres”, “eres buen hijo” “confío en ti”. Se vale premiar los logros del pequeño con dulces, dinero o juguetes, pero no se debe atender más lo material que lo emocional.
- Evitar los castigos y los golpes, y dar preferencia al respeto.
- Decir “sí” cuando no hay razón para decir “no”, y a veces decir “no” para que el infante aprenda a negociar sin llorar ni hacer berrinches. Sobre este punto ahonda la especialista: “el niño pueden ganar en una discusión, como cuando se niega a comer. Si la madre le pregunta al hijo a qué hora va a tomar sus alimentos, y éste le contesta que cuando acabe la caricatura que está viendo, ella puede sugerir: ‘¿Estás seguro que vas a comer? Yo quiero que comamos en familia; ¿vas a comer solo?’. Si el niño insiste y dice: ‘ándale mamá, sólo esta vez’, se le puede dar la oportunidad, pero tal como dijo el niño, sólo una vez, tampoco diario, porque si no caemos en lo permisivo”.
- Promover la reflexión del niño sobre su propia conducta, recurriendo a la mayéutica, método empleado por Sócrates para fomentar el autoconocimiento. “Este método es ideal cuando hay desacuerdos, como pasa con los berrinches y actos de violencia, y se basa en cuatro preguntas que el chico debe responder: ¿qué pasó, qué ocurrió?, ¿qué piensas sobre lo que hiciste, estuvo bien o mal?, ¿qué propones ahora, qué solución tenemos?, y, por último, un reto: ¿qué hacemos si vuelves a actuar así?”.
Además de brindar estos cuidados, los padres deben mantener estrecha comunicación con profesores o educadores, ante todo para detectar problemas de comportamiento que pudieran pasar desapercibidos cuando mamá y papá trabajan. “Los chicos pueden pasar mucho tiempo en la escuela, guardería o casa de abuelos y tíos, por lo que los progenitores deben hablar constantemente con los adultos que cuidan a sus hijos, y descubrir si es agresivo, muerde, no obedece o es inquieto”.
En el caso de los niños que son golpeados, las “víctimas” de los pequeños que actúan con violencia, explica que “lo que necesitamos es que los padres ayuden a que el chico genere una autoestima positiva, desarrolle sus habilidades sociales y tenga mayor seguridad para enfrentar sus problemas a través de la negociación. Las recomendaciones son básicamente las mismas: dialogar, jugar, mejorar su autoimagen con reforzamientos espontáneos, evitar castigos, enseñarle a negociar y llevarlo a que reflexione sobre su conducta”.
Empero, aclara que este tipo de trabajos debe ser coordinado con un psicólogo dedicado a problemas de la infancia, ya que tiene la capacidad de analizar la situación familiar y mejorarla, además de que cuenta con las herramientas ideales para que el pequeño desarrolle habilidades sociales, logre mejor comprensión de sus emociones y respete los límites que permiten la convivencia humana.
Además, expresa la Dra. Quero, “se recomienda consultar a un especialista para que elabore el diagnóstico del niño, ya que la agresividad puede tener su origen en otros problemas, como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, que requiere apoyo de un psiquiatra infantil, o puede tratarse de una depresión enmascarada, que se manifiesta con groserías, violencia y malestar físico (puede dolerles el estómago con frecuencia, por ejemplo). En ambos casos se requiere de un abordaje diferente”.
La psicóloga concluye que algo que ayuda mucho a los padres en su deseo de darle lo mejor a sus hijos, es instruirse sobre temas referentes al desarrollo pediátrico, sexualidad en niños y convivencia social. En este sentido, el Psivicam y la Amapsi ofrecen pláticas, talleres y consultas para resolver dudas en cuanto a la educación del menor.