Jun 20, 2006
Dr. Marco Eduardo Murueta Reyes (UNAM Iztacala, Amapsi)
info@amapsi.org
En el enfoque de la Teoría de la praxis, la psicoterapia consiste en ayudar a los “pacientes” a revertir su frustración, aislamiento y vacío emocional, impulsándoles a realizar acciones que transformen su entorno físico-social para construir círculos virtuosos que propicien grados cada vez mayores de satisfacción que han de conjugarse con vínculos afectivos también de mayor intensidad gradual.
Pero esto implica tanto el asumir y delegar responsabilidades como el involucramiento de cada uno con los intereses de otras personas con las que convive, de tal manera que las personas logren esencialmente hacer lo que quieren y no hacer lo que no quieren, es decir, dirigir su propio destino ampliando continuamente el margen de sus posibilidades en un proceso al mismo tiempo individual y colectivo.
Para apropiarse del futuro se requiere del procesamiento del pasado y la acción sobre el horizonte del presente, por ello la psicoterapia no busca solamente el “insight” o “hacer consciente lo inconsciente” sino la transformación efectiva de la estructura y dinámica de vida en que se desenvuelven las personas que solicitan apoyo profesional.
Tener “salud mental” es diferente de “ser normal”. Se propone un concepto de salud psicológica basado en sentirse libre, autónomo y mantener un grado básico de satisfacción de cada quien consigo mismo.
En efecto, una persona tiene salud psicológica cuando:
1. Tiene nivel alto de autoestima.
2. Forma parte de un grupo cohesionado.
3. Cuenta con proyectos.
4. Lleva a cabo actividades dirigidas hacia sus aspiraciones.
5. Comparte ideas, sentimientos y proyectos.
6. Mantiene actividades frecuentes de convivencia.
7. Tiene flexibilidad ante circunstancias imprevistas.
8. Tolera fracasos y fallas propios y de los demás.
9. Reconoce virtudes propias y ajenas.
10. Expresa cordialmente opiniones independientemente del punto de vista de los demás.
11. Respeta opiniones diferentes a la propia.
12. Sólo tiene temor ante peligros reales y toma prevenciones.
13. Tiene facilidad para relaciones interpersonales.
14. En general mantiene buen humor.
15. Es generoso pero defiende sus derechos.
16. Toma decisiones y responsabilidades.
17. Prefiere las soluciones pacíficas.
18. Mantiene congruencia esencial consigo mismo.
19. Tiene sueños agradables o no recuerda lo que sueña.
20. Lleva a cabo acciones en favor de la comunidad.
21. Busca apoyo de otros para elevar su calidad de vida.
Sep 27, 2008
Andrea Gómez
Aránzazu Rivera
Nicole Schwartzman
Proyectos De Investigación
Mayo 2008
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1 Introducción
Tres estudiantes de la carrera de Psicología de la Universidad Iberoamericana ubicada en el poniente de la Ciudad de México llevaron a cabo un estudio de investigación acerca de la percepción de los jóvenes en cuanto a la relación entre madres trabajadoras e impacto en el desarrollo de los hijos. Dicho estudio se llevó a cabo a través del instrumento, RIGOSCH creado por las mismas estudiantes (Gómez, Rivera, Schwartzman).
En este trabajo se dimensiona la relación entre madres trabajadoras e impacto en el desarrollo de los hijos en estudiantes universitarios de la Universidad Iberoamericana, sí es que existe, y su relación con algunas variables según carrera, edad y sexo. Se encuestó a una muestra de 427 estudiantes de ambos sexos. Los test fueron aplicados en diferentes puntos de la universidad, como explanada, salones, etc. Es por eso mismo que se contó con algunas limitaciones (cansancio, presencia de segundas personas, etc.). En relación a la escala se detectó adecuada confiabilidad.
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Jun 20, 2006
Dr. Marco Eduardo Murueta Reyes
La “metacognición” se refiere a la posibilidad de que algunos procesos cognitivos se ocupen de otros procesos cognitivos generando un todo complejo. Algunos autores han concebido a la metacognición como la reflexión o análisis de los procesos cognitivos que se desarrollaron ante una circunstancia o tarea determinada. Sin embargo, la “metacognición simultánea” se refiere a la posibilidad de operar mentalmente en varias pistas o niveles interconectados de manera continua. El número de pistas o niveles metacognitivos está relacionado directamente con la capacidad intelectiva y la agilidad mental, sobre todo considerando la subordinación y sobreordenación de niveles metacognitvos, es decir, la referencia y coordinación de unos niveles por otros.
La evidencia de procesos metacognitivos simultáneos existe en muchas actividades humanas. Por ejemplo, la capacidad de una persona para tocar el órgano encargándose de la melodía con una mano, de la armonía con la otra, del contrabajo con el pie izquierdo, de los matices con el pie derecho, de los cambios de instrumentos y efectos especiales, y todavía poder responder simultáneamente a interacciones sociales, refleja la complejidad de la organización cerebral y mental.
El proceso de desarrollo cognitivo estudiado especialmente por Piaget y Vygotski permite captar la manera en que los niños van incorporando niveles de procesamiento metacognitivo simultáneo a partir de su interacción con el mundo físico-social circundante. Los primeros hábitos del reciennacido ‑dice Piaget- se integran en las “coordinaciones circulares primarias”, éstas en las secundarias, y así sucesivamente hasta llegar al pensamiento formal o conceptual que Piaget y Vygotski equivocadamente consideran la cúspide del desarrollo intelectual, pues es superado por el pensamiento dialéctico que implica una complejidad metacognitiva mayor.
La permanencia del objeto y, sobre todo, la disociación entre “medio y fin” que Piaget encontró en los niños entre los 9 y los 18 meses de edad, que coincide con el aprendizaje del lenguaje articulado, representan la emergencia de nuevas posibilidades metacognitivas simultáneas que están fuera del alcance de otras especies animales, y que constituyen la clave de la acumulación de experiencia histórica en cada individuo. Animales inteligentes como el perro, el chimpancé o el delfín logran entre dos y tres niveles metacognitivos, mientras que los humanos que desarrollan pensamiento formal requieren alrededor de seis o siete niveles metacognitivos simultáneos.
La metacognición simultánea implica la diferenciación progresiva del funcionamiento cerebral, lo cual es producido también por el tipo de actividades en que una persona se involucra. El aprendizaje de la escritura y la lectura es lo que permite la capacidad para la conservación de cantidad y la inclusión de clases que Piaget encuentra justamente en los niños de 6 a 7 años y que cambian sus paradigmas intelectivos. Actividades que implican procesos algebraicos son el sustento de la posibilidad del pensamiento formal y no viceversa. Queda claro que tampoco alguien puede acceder a un nuevo nivel sin haber logrado los peldaños previos. La educación formal e informal es la fuente principal de desarrollo de capacidades metacognitivas.
Es posible diseñar estrategias y ejercicios para desarrollar intencionadamente la diferenciación cerebral y las posibilidades metacognitivas simultáneas, inclusive en personas que tienen disminuidas físicamente sus capacidades. Un ejemplo de ello puede constituirlo el manejo de operaciones aritméticas seriadas (suma y resta) con números progresivamente mayores que implicarían un proceso metacognitivo simultáneo gradualmente más complejo. Por supuesto, el manejo del cuerpo también puede ser incluido en ejercicios metacognitivos, como lo ilustran algunas de las técnicas de gimnasia cerebral y de educación especial de niños con retardo o daño cerebral.
Sep 18, 2008
Emilio Ribes Iñesta
Llegué joven a una Universidad Veracruzana también joven. La universidad, en los años 60, era una universidad en crecimiento, con una vocación para fomentar por igual a las ciencias, las artes y las humanidades. El afán de conocimiento, el espíritu solidario, el atrevimiento autodidacta y la pasión por innovar y trascender caracterizaron esos años que, en lo personal, fueron definitivos y marcaron de manera indeleble mi vida profesional.
La atmósfera dominante en aquellos años en Xalapa se nutría a su vez del espíritu que impregnaba a las universidades en casi todo el mundo. Los universitarios se planteaban utopías y nuevos ideales, comprometidos con el cambio de la sociedad. No sólo se discutía la posibilidad de un mundo más justo y más libre, sino que se confrontaba a las instituciones del poder político y económico, que entonces, como ahora todavía, se presentaban, autoindulgentes, como los fundamentos y límites de toda vida democrática posible.
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Jun 20, 2006
Dr. Marco Eduardo Murueta Reyes (UNAM Iztacala, Amapsi)
info@amapsi.org
Durante décadas los psicólogos de América Latina nos formamos a partir de propuestas teóricas, metodológicas y prácticas surgidas en Europa, en Asia y en Estados Unidos. Como países que se han concebido como “subdesarrollados” teníamos implícita la imitación o incorporación de los modelos provenientes de países modelo, países “desarrollados”. Sin embargo, una aspiración histórica de América Latina ha sido su emancipación y su independencia. Un elemento fundamental de la independencia y la emancipación lo constituye el desarrollo de ciencia original, sin menoscabo del debido diálogo con los científicos de todo el orbe.
En el caso de la psicología, se han hecho intentos por vincular los esfuerzos creativos que se han venido haciendo en América Latina, pero el peso de las influencias norteamericana y europeas ha sido mayor hasta ahora. En los últimos años se han desarrollado cada vez más la convicción y los esfuerzos para proponer y no sólo reproducir metodologías y modelos. Con esa base se han realizado varios eventos en los que confluyen ideas innovadoras que poco a poco han ido gestado un movimiento científico de la psicología latinoamericana, diverso pero tendiente a la creatividad y a la elevación de la autoestima de los psicólogos de estos países.
La Asociación Mexicana de Alternativas en Psicología (Amapsi) de 1990 a la fecha ha organizado 5 Congresos “Al Encuentro de la Psicología Mexicana”, cuya última edición fue también el I Congreso Latinoamericano de Alternativas en Psicología. En noviembre de 2002 se llevará a cabo el siguiente evento de este tipo, en la ciudad de Puebla.
Colegas de varios países centroamericanos y de México, además de otros países, han organizado cinco congresos internacionales de “Psicología Social de la Liberación” y van por el siguiente.
El Consejo Federal de Psicólogos de Brasil, en octubre de 2000, en Sao Paulo, realizó un evento con más de 1600 ponencias y más de 12000 asistentes bajo el tema “Psicología y compromiso social”, con una clara orientación innovadora y congruente con la realidad y la cultura regionales.
En noviembre de 2000, en Montevideo, nos reunimos psicólogos de Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y México para analizar las posibilidades de vínculo y proyección de la psicología en América Latina, y acordamos generar un portal de internet y una revista electrónica internacional (Psicología para América Latina), que forman el preámbulo de la creación de la Unión Latinoamericana de Psicología (ULAPSI), a constituir en noviembre de este año Puebla durante el II Congreso Latinoamericano de Alternativas en Psicología, que será también el VI Congreso “Al Encuentro de la Psicología Mexicana” y que organiza Amapsi con el apoyo del Consejo Federal de Psicólogos de Brasil, de la Coordinadora de Psicólogos de Uruguay, de la Federación de Psicólogos de la República Argentina, del Colegio Nacional de Psicólogos de Chile, del Colegio Nacional de Psicólogos de Paraguay y de la Federación Nacional de Colegios, Sociedades y Asociaciones de Psicólogos de México (FENAPSIME), de la cual es parte Amapsi, entre otras muchas instituciones importantes.
En abril de 2001 tuvo lugar en diez ciudades de Brasil el evento “Diálogos con la Psicología Latinoamericana: Intercambio Brasil México”. Once meses después, en marzo de 2002, seis destacados colegas del Consejo Federal de Psicólogos de Brasil participaron en un evento similar que abarcó 18 ciudades mexicanas e implicó la coordinación de 44 instituciones de México y 7 instituciones brasileñas. Estos intercambios permitieron contar con un panorama del estado del arte de la psicología, su inserción social y los retos a que se enfrenta en ambos países. La idea es continuar con este tipo de intercambios con otros países latinoamericanos.
En casi todos los países de América Latina existen psicólogos que tienen el deseo de contribuir a esta perspectiva científica y social. Una psicología que comprenda la realidad y los procesos culturales propios del subcontinente, cuyos países coinciden en situaciones sociales muy complejas que retan a la imaginación y a la esperanza para su superación. Una psicología que responda a los requerimientos específicos de dichas situaciones, una psicología plural, en diálogo interno y externo, puede contribuir significativamente a la integración latinoamericana. La integración como un elemento fundamental para su emancipación e independencia científica y social.
En agosto de 2001, con motivo del Congreso de la Sociedad Interamericana de Psicología (SIP), en Santiago de Chile, se realizó una reunión de trabajo en la que participaron más de 50 psicólogos provenientes de los diversos países latinoamericanos. En ella se discutió el proyecto de crear la Unión Latinoamericana de Psicología (ULAPSI) y para ello nos dimos cita en Puebla, donde estuvimos del 20 al 23 de noviembre, en el hotel Crowne Plaza.
Abr 16, 2007
De la “sociedad del conocimiento” a la “sociedad del afecto” en la perspectiva de la Teoría de la praxis
Por Marco Eduardo Murueta (UNAM Iztacala, AMAPSI)
Hacia la construcción de un mundo posible fue el lema adoptado por el Comité Organizador del IV Congreso Latinoamericano de Alternativas en Psicología, realizado en Morelia en marzo de 2007. Hay una obvia referencia al lema “otro mundo es posible” postulado por los altermundistas, conocidos inicialmente como los “globalifóbicos”. Sólo que en el caso del Congreso de Alternativas en Psicología se incluye expresamente el compromiso con la “construcción” de ese otro mundo posible.
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