Criterios de salud psicológica en la Teoría de la praxis

Dr. Mar­co Eduar­do Murue­ta Reyes (UNAM Izta­ca­la, Amap­si)

info@amapsi.org

En el enfo­que de la Teo­ría de la pra­xis, la psi­co­te­ra­pia con­sis­te en ayu­dar a los “pacien­tes” a rever­tir su frus­tra­ción, ais­la­mien­to y vacío emo­cio­nal, impul­sán­do­les a rea­li­zar accio­nes que trans­for­men su entorno físi­co-social para cons­truir círcu­los vir­tuo­sos que pro­pi­cien gra­dos cada vez mayo­res de satis­fac­ción que han de con­ju­gar­se con víncu­los afec­ti­vos tam­bién de mayor inten­si­dad gra­dual.

Pero esto impli­ca tan­to el asu­mir y dele­gar res­pon­sa­bi­li­da­des como el invo­lu­cra­mien­to de cada uno con los intere­ses de otras per­so­nas con las que con­vi­ve, de tal mane­ra que las per­so­nas logren esen­cial­men­te hacer lo que quie­ren y no hacer lo que no quie­ren, es decir, diri­gir su pro­pio des­tino amplian­do con­ti­nua­men­te el mar­gen de sus posi­bi­li­da­des en un pro­ce­so al mis­mo tiem­po indi­vi­dual y colec­ti­vo.

Para apro­piar­se del futu­ro se requie­re del pro­ce­sa­mien­to del pasa­do y la acción sobre el hori­zon­te del pre­sen­te, por ello la psi­co­te­ra­pia no bus­ca sola­men­te el “insight” o “hacer cons­cien­te lo incons­cien­te” sino la trans­for­ma­ción efec­ti­va de la estruc­tu­ra y diná­mi­ca de vida en que se des­en­vuel­ven las per­so­nas que soli­ci­tan apo­yo pro­fe­sio­nal.
Tener “salud men­tal” es dife­ren­te de “ser nor­mal”. Se pro­po­ne un con­cep­to de salud psi­co­ló­gi­ca basa­do en sen­tir­se libre, autó­no­mo y man­te­ner un gra­do bási­co de satis­fac­ción de cada quien con­si­go mis­mo.

En efec­to, una per­so­na tie­ne salud psi­co­ló­gi­ca cuan­do:

1. Tie­ne nivel alto de auto­es­ti­ma.
2. For­ma par­te de un gru­po cohe­sio­na­do.
3. Cuen­ta con pro­yec­tos.
4. Lle­va a cabo acti­vi­da­des diri­gi­das hacia sus aspi­ra­cio­nes.
5. Com­par­te ideas, sen­ti­mien­tos y pro­yec­tos.
6. Man­tie­ne acti­vi­da­des fre­cuen­tes de con­vi­ven­cia.
7. Tie­ne fle­xi­bi­li­dad ante cir­cuns­tan­cias impre­vis­tas.
8. Tole­ra fra­ca­sos y fallas pro­pios y de los demás.
9. Reco­no­ce vir­tu­des pro­pias y aje­nas.
10. Expre­sa cor­dial­men­te opi­nio­nes inde­pen­dien­te­men­te del pun­to de vis­ta de los demás.
11. Res­pe­ta opi­nio­nes dife­ren­tes a la pro­pia.
12. Sólo tie­ne temor ante peli­gros reales y toma pre­ven­cio­nes.
13. Tie­ne faci­li­dad para rela­cio­nes inter­per­so­na­les.
14. En gene­ral man­tie­ne buen humor.
15. Es gene­ro­so pero defien­de sus dere­chos.
16. Toma deci­sio­nes y res­pon­sa­bi­li­da­des.
17. Pre­fie­re las solu­cio­nes pací­fi­cas.
18. Man­tie­ne con­gruen­cia esen­cial con­si­go mis­mo.
19. Tie­ne sue­ños agra­da­bles o no recuer­da lo que sue­ña.
20. Lle­va a cabo accio­nes en favor de la comu­ni­dad.
21. Bus­ca apo­yo de otros para ele­var su cali­dad de vida.

¿Mujer o Madre?

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Andrea Gómez
Arán­za­zu Rive­ra
Nico­le Sch­war­tz­man

Pro­yec­tos De Inves­ti­ga­ción
Mayo 2008

 

  1. 1 Intro­duc­ción

Tres estu­dian­tes de la carre­ra de Psi­co­lo­gía de la Uni­ver­si­dad Ibe­ro­ame­ri­ca­na ubi­ca­da en el ponien­te de la Ciu­dad de Méxi­co lle­va­ron a cabo un estu­dio de inves­ti­ga­ción acer­ca de la per­cep­ción de los jóve­nes en cuan­to a la rela­ción entre madres tra­ba­ja­do­ras e impac­to en el desa­rro­llo de los hijos. Dicho estu­dio se lle­vó a cabo a tra­vés del ins­tru­men­to, RIGOSCH crea­do por las mis­mas estu­dian­tes (Gómez, Rive­ra, Sch­war­tz­man).

En este tra­ba­jo se dimen­sio­na la rela­ción entre madres tra­ba­ja­do­ras e impac­to en el desa­rro­llo de los hijos en estu­dian­tes uni­ver­si­ta­rios de la Uni­ver­si­dad Ibe­ro­ame­ri­ca­na, sí es que exis­te, y su rela­ción con algu­nas varia­bles según carre­ra, edad y sexo. Se encues­tó a una mues­tra de 427 estu­dian­tes de ambos sexos. Los test fue­ron apli­ca­dos en dife­ren­tes pun­tos de la uni­ver­si­dad, como expla­na­da, salo­nes, etc. Es por eso mis­mo que se con­tó con algu­nas limi­ta­cio­nes (can­san­cio, pre­sen­cia de segun­das per­so­nas, etc.). En rela­ción a la esca­la se detec­tó ade­cua­da con­fia­bi­li­dad.

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Inteligencia y niveles de metacognición simultánea

Dr. Mar­co Eduar­do Murue­ta Reyes

La “meta­cog­ni­ción” se refie­re a la posi­bi­li­dad de que algu­nos pro­ce­sos cog­ni­ti­vos se ocu­pen de otros pro­ce­sos cog­ni­ti­vos gene­ran­do un todo com­ple­jo. Algu­nos auto­res han con­ce­bi­do a la meta­cog­ni­ción como la refle­xión o aná­li­sis de los pro­ce­sos cog­ni­ti­vos que se desa­rro­lla­ron ante una cir­cuns­tan­cia o tarea deter­mi­na­da. Sin embar­go, la “meta­cog­ni­ción simul­tá­nea” se refie­re a la posi­bi­li­dad de ope­rar men­tal­men­te en varias pis­tas o nive­les inter­co­nec­ta­dos de mane­ra con­ti­nua. El núme­ro de pis­tas o nive­les meta­cog­ni­ti­vos está rela­cio­na­do direc­ta­men­te con la capa­ci­dad inte­lec­ti­va y la agi­li­dad men­tal, sobre todo con­si­de­ran­do la subor­di­na­ción y sobre­or­de­na­ción de nive­les meta­cog­nit­vos, es decir, la refe­ren­cia y coor­di­na­ción de unos nive­les por otros.

La evi­den­cia de pro­ce­sos meta­cog­ni­ti­vos simul­tá­neos exis­te en muchas acti­vi­da­des huma­nas. Por ejem­plo, la capa­ci­dad de una per­so­na para tocar el órgano encar­gán­do­se de la melo­día con una mano, de la armo­nía con la otra, del con­tra­ba­jo con el pie izquier­do, de los mati­ces con el pie dere­cho, de los cam­bios de ins­tru­men­tos y efec­tos espe­cia­les, y toda­vía poder res­pon­der simul­tá­nea­men­te a inter­ac­cio­nes socia­les, refle­ja la com­ple­ji­dad de la orga­ni­za­ción cere­bral y men­tal.

El pro­ce­so de desa­rro­llo cog­ni­ti­vo estu­dia­do espe­cial­men­te por Pia­get y Vygots­ki per­mi­te cap­tar la mane­ra en que los niños van incor­po­ran­do nive­les de pro­ce­sa­mien­to meta­cog­ni­ti­vo simul­tá­neo a par­tir de su inter­ac­ción con el mun­do físi­co-social cir­cun­dan­te. Los pri­me­ros hábi­tos del recien­na­ci­do ‑dice Pia­get- se inte­gran en las “coor­di­na­cio­nes cir­cu­la­res pri­ma­rias”, éstas en las secun­da­rias, y así suce­si­va­men­te has­ta lle­gar al pen­sa­mien­to for­mal o con­cep­tual que Pia­get y Vygots­ki equi­vo­ca­da­men­te con­si­de­ran la cús­pi­de del desa­rro­llo inte­lec­tual, pues es supe­ra­do por el pen­sa­mien­to dia­léc­ti­co que impli­ca una com­ple­ji­dad meta­cog­ni­ti­va mayor.

La per­ma­nen­cia del obje­to y, sobre todo, la diso­cia­ción entre “medio y fin” que Pia­get encon­tró en los niños entre los 9 y los 18 meses de edad, que coin­ci­de con el apren­di­za­je del len­gua­je arti­cu­la­do, repre­sen­tan la emer­gen­cia de nue­vas posi­bi­li­da­des meta­cog­ni­ti­vas simul­tá­neas que están fue­ra del alcan­ce de otras espe­cies ani­ma­les, y que cons­ti­tu­yen la cla­ve de la acu­mu­la­ción de expe­rien­cia his­tó­ri­ca en cada indi­vi­duo. Ani­ma­les inte­li­gen­tes como el perro, el chim­pan­cé o el del­fín logran entre dos y tres nive­les meta­cog­ni­ti­vos, mien­tras que los huma­nos que desa­rro­llan pen­sa­mien­to for­mal requie­ren alre­de­dor de seis o sie­te nive­les meta­cog­ni­ti­vos simul­tá­neos.

La meta­cog­ni­ción simul­tá­nea impli­ca la dife­ren­cia­ción pro­gre­si­va del fun­cio­na­mien­to cere­bral, lo cual es pro­du­ci­do tam­bién por el tipo de acti­vi­da­des en que una per­so­na se invo­lu­cra. El apren­di­za­je de la escri­tu­ra y la lec­tu­ra es lo que per­mi­te la capa­ci­dad para la con­ser­va­ción de can­ti­dad y la inclu­sión de cla­ses que Pia­get encuen­tra jus­ta­men­te en los niños de 6 a 7 años y que cam­bian sus para­dig­mas inte­lec­ti­vos. Acti­vi­da­des que impli­can pro­ce­sos alge­brai­cos son el sus­ten­to de la posi­bi­li­dad del pen­sa­mien­to for­mal y no vice­ver­sa. Que­da cla­ro que tam­po­co alguien pue­de acce­der a un nue­vo nivel sin haber logra­do los pel­da­ños pre­vios. La edu­ca­ción for­mal e infor­mal es la fuen­te prin­ci­pal de desa­rro­llo de capa­ci­da­des meta­cog­ni­ti­vas.

Es posi­ble dise­ñar estra­te­gias y ejer­ci­cios para desa­rro­llar inten­cio­na­da­men­te la dife­ren­cia­ción cere­bral y las posi­bi­li­da­des meta­cog­ni­ti­vas simul­tá­neas, inclu­si­ve en per­so­nas que tie­nen dis­mi­nui­das físi­ca­men­te sus capa­ci­da­des. Un ejem­plo de ello pue­de cons­ti­tuir­lo el mane­jo de ope­ra­cio­nes arit­mé­ti­cas seria­das (suma y res­ta) con núme­ros pro­gre­si­va­men­te mayo­res que impli­ca­rían un pro­ce­so meta­cog­ni­ti­vo simul­tá­neo gra­dual­men­te más com­ple­jo. Por supues­to, el mane­jo del cuer­po tam­bién pue­de ser inclui­do en ejer­ci­cios meta­cog­ni­ti­vos, como lo ilus­tran algu­nas de las téc­ni­cas de gim­na­sia cere­bral y de edu­ca­ción espe­cial de niños con retar­do o daño cere­bral.

Universidad pública en peligro

Emi­lio Ribes Iñes­ta

ImageLle­gué joven a una Uni­ver­si­dad Vera­cru­za­na tam­bién joven. La uni­ver­si­dad, en los años 60, era una uni­ver­si­dad en cre­ci­mien­to, con una voca­ción para fomen­tar por igual a las cien­cias, las artes y las huma­ni­da­des. El afán de cono­ci­mien­to, el espí­ri­tu soli­da­rio, el atre­vi­mien­to auto­di­dac­ta y la pasión por inno­var y tras­cen­der carac­te­ri­za­ron esos años que, en lo per­so­nal, fue­ron defi­ni­ti­vos y mar­ca­ron de mane­ra inde­le­ble mi vida pro­fe­sio­nal.

 La atmós­fe­ra domi­nan­te en aque­llos años en Xala­pa se nutría a su vez del espí­ri­tu que impreg­na­ba a las uni­ver­si­da­des en casi todo el mun­do. Los uni­ver­si­ta­rios se plan­tea­ban uto­pías y nue­vos idea­les, com­pro­me­ti­dos con el cam­bio de la socie­dad. No sólo se dis­cu­tía la posi­bi­li­dad de un mun­do más jus­to y más libre, sino que se con­fron­ta­ba a las ins­ti­tu­cio­nes del poder polí­ti­co y eco­nó­mi­co, que enton­ces, como aho­ra toda­vía, se pre­sen­ta­ban, auto­in­dul­gen­tes, como los fun­da­men­tos y lími­tes de toda vida demo­crá­ti­ca posi­ble.

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Vinculación de la Psicología Latinoamericana

Dr. Mar­co Eduar­do Murue­ta Reyes (UNAM Izta­ca­la, Amap­si)
info@amapsi.org

Duran­te déca­das los psi­có­lo­gos de Amé­ri­ca Lati­na nos for­ma­mos a par­tir de pro­pues­tas teó­ri­cas, meto­do­ló­gi­cas y prác­ti­cas sur­gi­das en Euro­pa, en Asia y en Esta­dos Uni­dos. Como paí­ses que se han con­ce­bi­do como “sub­de­sa­rro­lla­dos” tenía­mos implí­ci­ta la imi­ta­ción o incor­po­ra­ción de los mode­los pro­ve­nien­tes de paí­ses mode­lo, paí­ses “desa­rro­lla­dos”. Sin embar­go, una aspi­ra­ción his­tó­ri­ca de Amé­ri­ca Lati­na ha sido su eman­ci­pa­ción y su inde­pen­den­cia. Un ele­men­to fun­da­men­tal de la inde­pen­den­cia y la eman­ci­pa­ción lo cons­ti­tu­ye el desa­rro­llo de cien­cia ori­gi­nal, sin menos­ca­bo del debi­do diá­lo­go con los cien­tí­fi­cos de todo el orbe.

En el caso de la psi­co­lo­gía, se han hecho inten­tos por vin­cu­lar los esfuer­zos crea­ti­vos que se han veni­do hacien­do en Amé­ri­ca Lati­na, pero el peso de las influen­cias nor­te­ame­ri­ca­na y euro­peas ha sido mayor has­ta aho­ra. En los últi­mos años se han desa­rro­lla­do cada vez más la con­vic­ción y los esfuer­zos para pro­po­ner y no sólo repro­du­cir meto­do­lo­gías y mode­los. Con esa base se han rea­li­za­do varios even­tos en los que con­flu­yen ideas inno­va­do­ras que poco a poco han ido ges­ta­do un movi­mien­to cien­tí­fi­co de la psi­co­lo­gía lati­no­ame­ri­ca­na, diver­so pero ten­dien­te a la crea­ti­vi­dad y a la ele­va­ción de la auto­es­ti­ma de los psi­có­lo­gos de estos paí­ses.

La Aso­cia­ción Mexi­ca­na de Alter­na­ti­vas en Psi­co­lo­gía (Amap­si) de 1990 a la fecha ha orga­ni­za­do 5 Con­gre­sos “Al Encuen­tro de la Psi­co­lo­gía Mexi­ca­na”, cuya últi­ma edi­ción fue tam­bién el I Con­gre­so Lati­no­ame­ri­cano de Alter­na­ti­vas en Psi­co­lo­gía. En noviem­bre de 2002 se lle­va­rá a cabo el siguien­te even­to de este tipo, en la ciu­dad de Pue­bla.

Cole­gas de varios paí­ses cen­tro­ame­ri­ca­nos y de Méxi­co, ade­más de otros paí­ses, han orga­ni­za­do cin­co con­gre­sos inter­na­cio­na­les de “Psi­co­lo­gía Social de la Libe­ra­ción” y van por el siguien­te.

El Con­se­jo Fede­ral de Psi­có­lo­gos de Bra­sil, en octu­bre de 2000, en Sao Pau­lo, reali­zó un even­to con más de 1600 ponen­cias y más de 12000 asis­ten­tes bajo el tema “Psi­co­lo­gía y com­pro­mi­so social”, con una cla­ra orien­ta­ción inno­va­do­ra y con­gruen­te con la reali­dad y la cul­tu­ra regio­na­les.

En noviem­bre de 2000, en Mon­te­vi­deo, nos reuni­mos psi­có­lo­gos de Argen­ti­na, Bra­sil, Chi­le, Uru­guay y Méxi­co para ana­li­zar las posi­bi­li­da­des de víncu­lo y pro­yec­ción de la psi­co­lo­gía en Amé­ri­ca Lati­na, y acor­da­mos gene­rar un por­tal de inter­net y una revis­ta elec­tró­ni­ca inter­na­cio­nal (Psi­co­lo­gía para Amé­ri­ca Lati­na), que for­man el preám­bu­lo de la crea­ción de la Unión Lati­no­ame­ri­ca­na de Psi­co­lo­gía (ULAPSI), a cons­ti­tuir en noviem­bre de este año Pue­bla duran­te el II Con­gre­so Lati­no­ame­ri­cano de Alter­na­ti­vas en Psi­co­lo­gía, que será tam­bién el VI Con­gre­so “Al Encuen­tro de la Psi­co­lo­gía Mexi­ca­na” y que orga­ni­za Amap­si con el apo­yo del Con­se­jo Fede­ral de Psi­có­lo­gos de Bra­sil, de la Coor­di­na­do­ra de Psi­có­lo­gos de Uru­guay, de la Fede­ra­ción de Psi­có­lo­gos de la Repú­bli­ca Argen­ti­na, del Cole­gio Nacio­nal de Psi­có­lo­gos de Chi­le, del Cole­gio Nacio­nal de Psi­có­lo­gos de Para­guay y de la Fede­ra­ción Nacio­nal de Cole­gios, Socie­da­des y Aso­cia­cio­nes de Psi­có­lo­gos de Méxi­co (FENAPSIME), de la cual es par­te Amap­si, entre otras muchas ins­ti­tu­cio­nes impor­tan­tes.

En abril de 2001 tuvo lugar en diez ciu­da­des de Bra­sil el even­to “Diá­lo­gos con la Psi­co­lo­gía Lati­no­ame­ri­ca­na: Inter­cam­bio Bra­sil Méxi­co”. Once meses des­pués, en mar­zo de 2002, seis des­ta­ca­dos cole­gas del Con­se­jo Fede­ral de Psi­có­lo­gos de Bra­sil par­ti­ci­pa­ron en un even­to simi­lar que abar­có 18 ciu­da­des mexi­ca­nas e impli­có la coor­di­na­ción de 44 ins­ti­tu­cio­nes de Méxi­co y 7 ins­ti­tu­cio­nes bra­si­le­ñas. Estos inter­cam­bios per­mi­tie­ron con­tar con un pano­ra­ma del esta­do del arte de la psi­co­lo­gía, su inser­ción social y los retos a que se enfren­ta en ambos paí­ses. La idea es con­ti­nuar con este tipo de inter­cam­bios con otros paí­ses lati­no­ame­ri­ca­nos.

En casi todos los paí­ses de Amé­ri­ca Lati­na exis­ten psi­có­lo­gos que tie­nen el deseo de con­tri­buir a esta pers­pec­ti­va cien­tí­fi­ca y social. Una psi­co­lo­gía que com­pren­da la reali­dad y los pro­ce­sos cul­tu­ra­les pro­pios del sub­con­ti­nen­te, cuyos paí­ses coin­ci­den en situa­cio­nes socia­les muy com­ple­jas que retan a la ima­gi­na­ción y a la espe­ran­za para su supera­ción. Una psi­co­lo­gía que res­pon­da a los reque­ri­mien­tos espe­cí­fi­cos de dichas situa­cio­nes, una psi­co­lo­gía plu­ral, en diá­lo­go interno y externo, pue­de con­tri­buir sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te a la inte­gra­ción lati­no­ame­ri­ca­na. La inte­gra­ción como un ele­men­to fun­da­men­tal para su eman­ci­pa­ción e inde­pen­den­cia cien­tí­fi­ca y social.

En agos­to de 2001, con moti­vo del Con­gre­so de la Socie­dad Inter­ame­ri­ca­na de Psi­co­lo­gía (SIP), en San­tia­go de Chi­le, se reali­zó una reu­nión de tra­ba­jo en la que par­ti­ci­pa­ron más de 50 psi­có­lo­gos pro­ve­nien­tes de los diver­sos paí­ses lati­no­ame­ri­ca­nos. En ella se dis­cu­tió el pro­yec­to de crear la Unión Lati­no­ame­ri­ca­na de Psi­co­lo­gía (ULAPSI) y para ello nos dimos cita en Pue­bla, don­de estu­vi­mos del 20 al 23 de noviem­bre, en el hotel Crow­ne Pla­za.

De la “sociedad del conocimiento” a la “sociedad del afecto”

De la “socie­dad del cono­ci­mien­to” a la “socie­dad del afec­to” en la pers­pec­ti­va de la Teo­ría de la pra­xis

 

Por Mar­co Eduar­do Murue­ta (UNAM Izta­ca­la, AMAPSI)

 

Hacia la cons­truc­ción de un mun­do posi­ble fue el lema adop­ta­do por el Comi­té Orga­ni­za­dor del IV Con­gre­so Lati­no­ame­ri­cano de Alter­na­ti­vas en Psi­co­lo­gía, rea­li­za­do en More­lia en mar­zo de 2007. Hay una obvia refe­ren­cia al lema “otro mun­do es posi­ble” pos­tu­la­do por los alter­mun­dis­tas, cono­ci­dos ini­cial­men­te como los “glo­ba­li­fó­bi­cos”. Sólo que en el caso del Con­gre­so de Alter­na­ti­vas en Psi­co­lo­gía se inclu­ye expre­sa­men­te el com­pro­mi­so con la “cons­truc­ción” de ese otro mun­do posi­ble.

 

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